La concejala de Movilidad, Estefanía Plaza, ha dado la bienvenida a Jaén al ciclista malagueño Miguel Solís. Este deportista es conocido por sus retos con los que busca concienciar sobre los riesgos que tienen los usuarios y amantes de las bicicletas cada vez que salen a la carretera.
En este ocasión, se ha propuesto completar la distancia que separa la seo de Málaga y la Catedral de Jaén, en un viaje de ida y vuelta, a través de carreteras secundarias, que le llevará a través de su provincia de origen, Granada y Jaén, a donde ha llegado a las 13.45 horas, tras partir a las 4 de la madrugada de su municipios de residencia, Rincón de la Victoria, y comenzar su aventura a los pies del templo de la capital costasoleña.
Si todo sale según sus previsiones, completará unas 16 horas sobre la bicicleta, a lo largo de más de 400 kilómetros y con un desnivel acumulado de 8.000 metros, de los que, al llegar Jaén, ya había completado la mitad.
«Desde el Ayuntamiento de Jaén hay que agradecer que haya elegido nuestra ciudad como punto intermedio de su recorrido, con el que se enfrenta a dos grandes retos, el primero, visibilizar la necesidad de que todos los usuarios sepamos compartir la carretera y, el otro, las grandes temperaturas que se ha encontrado», ha dicho la concejala Estefanía Plaza.
En cuanto al ciclista, ha dejado claro: «Estoy aquí tras un accidente muy grave, que sufrí hace casi dos años y que a punto estuvo de dejarme en silla de ruedas. Aprovecho esta segunda oportunidad para tratar de concienciar sobre la necesidad de conducir de forma consciente, con empatía, los ciclistas somos los más débiles en la carretera y cualquier imprudencia, o cualquier despiste al volante de un coche, puede ser fatal para nosotros».
A Solís lo han acompañado, a su llegada a la provincia jiennense tres ciclistas aficionados, Francisco Sutil, Natalia García y Luis Álvarez, que le han dado ánimos y que completarán con él parte de la ruta hasta que abandone el territorio jiennense, tras una parada para reponer fuerzas durante el almuerzo.