Jaén es sinónimo de espectáculo y gran ambiente cuando se une al fútbol sala. Con el Olivo Arena como símbolo, la ciudad se vuelca siempre con este deporte, como demostró una vez más en el Campeonato de Europa Sub-19.
Un torneo en el que la selección española estuvo siempre bien acompañada, especialmente en la final, en la que los 3.067 espectadores llevaron en volandas a los de Albert Canillas hacia su segundo título consecutivo.
Una asistencia que supone un récord en este torneo, superando ampliamente los 2.138 aficionados que acudieron a la final de 2019 en Riga entre España y Croacia, en un torneo aún sin las restricciones que ha provocado la pandemia.
Una expectación que no se limitó únicamente al partido decisivo por el título. Ya desde la primera jornada, la selección española estuvo muy arropada.
El domingo 4 de septiembre, en la jornada inaugural, ya se agotaron las entradas, superando el millar de espectadores, como ocurrió también en las semifinales con el Portugal-Ucrania y el España-Polonia.
En la segunda y la tercera jornada de los grupos, celebradas en lunes y miércoles la afluencia también se acercó a los 1.000 espectadores.
Unas cifras que destacan la relevancia que tiene el fútbol sala en España y especialmente en una ciudad como Jaén.
Como referencia, además del Europeo de fútbol sala en 2019 en Riga, se puede tomar también el Mundial Juvenil de balonmano ese mismo año, en el que la final fue la que más espectadores atrajo, con 2.200.