El duelo entre UDC Torredonjimeno y Real Jaén, que acabó con victoria para el conjunto de Manolo Chumilla, terminó con una tangana entre jugadores de uno y otro equipo en la que el colegiado del encuentro acabó expulsado a tres jugadores.
Samu Urbano en las filas del equipo tosiriano y Antonio López en el Real Jaén veían la cartulina roja, mientras que Antonio Montiel era expulsado por doble tarjeta amarilla.
Una expulsiones que ya tienen castigo tras la resolución del Juez de Competición y Disciplina de Tercera División, que ha determinado que los tres futbolistas deberán cumplir un partido de suspensión.
Para Samu Urbano y Antonio López, el Juez de Competición ha dictaminado la misma sanción por «provocar a un contrario», en aplicación del artículo 123. En el caso de Antonio Montiel, la sanción de un partido se produce simplemente por la doble amonestación recibida.
Además, el Real Jaén había presentado alegaciones para evitar la suspensión de Antonio López «por considerar que existe error por parte del colegiado en los hechos que provocaron la expulsión».
Una reclamación ante la que el Juez de Competición ha desestimado argumentando que «no se puede descartar de forma indubitada que el contenido del acta no se corresponda con las imágenes. Como establece el Reglamento General, el árbitro es la autoridad deportiva única e inapelable en el orden técnico, para dirigir los partidos, y entre sus obligaciones está la de amonestar o expulsar, según la importancia de la falta, a todo futbolista que observe conducta incorrecta o proceda de modo inconveniente. Por tanto se reitera, que, en el presente caso, como se ha dicho en otras ocasiones, no es función de éste órgano disciplinario valorar la aplicación e interpretación de las reglas del juego, pues ello es competencia única y exclusivamente del árbitro, en definitiva, no se desvirtúa la presunción de veracidad del acta arbitral».
Sin embargo, la reclamación presentada por el club blanco para dejar sin efecto la tarjeta amarilla vista por José Lara sí que ha sido estimada por el Juez de Competición, que señala «se demuestra fehacientemente, que el jugador José Manuel Lara Molina no fue el que cometió la acción punible sino que fue otro jugador, quedando por tanto de manifiesto el error material de lo reflejado por el colegiado en el acta arbitral»,