“Esta temporada, mi objetivo es ser Campeona de España”, me trasladaba una deportista de triatlón en una de mis sesiones de Psicología Deportiva.
Los objetivos y las metas forman parte del día a día del deportista.
Los objetivos te señalan la meta que hay que alcanzar y el camino que te dirige hacia la meta.
La Psicología del Deporte ha demostrado, en distintos estudios, la importancia de que deportistas y entrenadores dominéis la técnica de establecimiento de objetivos para plantear metas de forma eficaz.
Estos objetivos deben depender de ti deportista, estar formulados en positivo, ser específicos, medibles, alcanzables, realistas y con un horizonte temporal determinado.
¿Qué tipo de objetivos debes plantearte como deportista o entrenador?
a) Objetivos de resultado y de tarea. El resultado deportivo de una temporada es consecuencia de haber cumplido o no distintos objetivos de tarea o proceso.
En el caso de la triatleta que nombraba al inicio de este artículo, ella expresaba de forma insistente en la sesión su idea de ser campeona de España. Tras escucharla atentamente, le dije “El resultado lo vas a ver cuando termines la prueba del Campeonato de España, la pregunta es ¿Qué vamos a hacer antes? ¿Qué objetivos intermedios pueden acercarnos a este objetivo final? ¿Qué cosas que dependan de ti vas a hacer para acercarte a tu sueño?”
Los deportistas tendéis, de manera natural a establecer objetivos de resultado. Sin embargo, el resultado es la consecuencia de haber cumplido previamente muchos objetivos de tarea o de proceso.
b) Objetivos de corto, medio y largo plazo. Uno de los recursos o metáforas que utilizo con mis deportistas cuando trabajamos el establecimiento de objetivos en sesión, es el uso de una escalera.
El escalón de abajo de la escalera representa el estado presente, el “donde estoy”; el escalón de arriba representa el estado deseado, el “donde quiero ir”, el objetivo de resultado. Pero la clave, lo fundamental de esta escalera, son todos esos peldaños intermedios que me llevan al peldaño final que representan objetivos de proceso, objetivos de tarea cuya consecución me van a acercar al objetivo de resultado final.
Existe un acrónimo (SMART) que proporciona a deportistas y entrenadores cinco pautas básicas para guiarnos en cualquier objetivo que queráis establecer. Comparto algunos de los objetivos, basados en este acrónimo, de mis deportistas:
S.- Especifico. Objetivos concretos. “Hacer la transición agua bici (T1) en la próxima prueba en menos de 15 segundos” (Deportista de triatlón)
M.- Medible. Objetivos cuantificables. “Meter más de un 75% de tiros libres en el entreno de hoy” (Deportista de baloncesto)
A.- Alcanzable. Objetivos difíciles pero posibles. “Bajar esta temporada mi marca personal 1 segundo” (Deportista de atletismo, 800 metros)
R.- Realista. Objetivos ajustados a mis recursos como deportista. “Lograr en la segunda vuelta de la liga, al menos 9 goles y 6 asistencias” (Deportista de fútbol)
T.- Tiempo. Objetivos con tiempo límite. “Mejorar el % de primeros servicios del 56% al 65%, manteniendo la velocidad, antes del 1 de septiembre” (Deportista de tenis)
Es común que al trabajar en tus objetivos, salgan un gran número de ellos. En este caso, deberás seleccionar 3 o 4 objetivos prioritarios. En mi caso, ayudo a mis deportistas a realizar la selección de sus objetivos en base a los siguientes criterios:
- Los objetivos considerados más importantes serán los prioritarios.
- Proximidad al aquí y ahora. Si la importancia es similar, elegiremos los más próximos en el tiempo.
- Los objetivos más simples tendrán preferencia sobre la consecución de objetivos prioritarios más complejos.
- Serán prioritarios los objetivos con un coste menor en esfuerzo y tiempo.
- Probabilidad estimada de lograr el objetivo. Los objetivos que se estimen más probables deben predominar sobre los menos probables.
Ya tienes fijados y seleccionados tus objetivos prioritarios. Sigamos trabajándolos:
- Reflexiona: ¿Qué tienes que hacer para conseguirlos? Define que tareas, que acciones debes llevar a cabo en tus entrenamientos y en las competiciones previas.
- Reflexiona: ¿Qué dificultades te vas a encontrar para conseguirlos? Si estos obstáculos posibles del camino están previamente trabajados, mayor probabilidad de éxito.
- Reflexiona: ¿Qué posibles soluciones o estrategias puedes aplicar si aparecen estas dificultades? Es aquí donde entran en escena las herramientas y técnicas de Psicología del Deporte.
Y ahora, teniendo trabajados los objetivos de resultado y de proceso, es momento de ir evaluándolos periódicamente. Los objetivos no se fijan a principio de temporada y después te olvidas de ellos hasta el final de temporada. Los objetivos se revisan continuamente sacando aprendizajes.
El deporte y la vida están llenos de sueños, de metas y de objetivos.
Para mí, como psicólogo deportivo, igual de relevante son los objetivos de los deportistas amateur con los que trabajo que buscan superarse día a día y disfrutar de su deporte; que los objetivos de los deportistas profesionales o de rendimiento con los que trabajo que entrenan y se sacrifican para llegar o mantenerse en la élite de su disciplina deportiva.
Sea cual sea el objetivo, lo más importante en el mundo del deporte es disfrutar del proceso, del viaje que te lleva hacia la meta.
Y recuerda: Ningún objetivo vale realmente la pena, si antes no has disfrutado del camino.
Jose Antonio Montero
Psicólogo Deportivo
Experto en Psicología del Deporte y Coaching deportivo
Máster en Psicología de la Actividad Física y el Deporte
www.linkedin.com/in/jmonterocoach