Alcobendas R.U. es un equipo laureado de División de Honor que ha sido sancionado con pasearse una temporada por DHB. Pero en los paseos, a veces, te sorprende una pendiente que los empina hacia arriba. A los madrileños le ha pasado las dos veces que esta temporada ha visitado Las Lagunillas.
En las dos ha fraguado sus victorias en el último tramo del partido, en esos minutos en los que los jugadores que salen de refresco deciden por cuánto se gana y por cuánto se pierde. Lo importante para Jaén Rugby es que esos jugadores se llaman Sánchez, López, Pérez o Ibáñez y no Orsi, Stavile, Nahon o Lura.
Tampoco está siendo fácil para Jaén Rugby su experiencia en el Grupo Élite de DHB, nadie lo dijo. Su derrota por 17-47 en la jornada 8 deja a los jiennenses últimos a falta del último encuentro contra Getxo R.T.
Hay otra realidad. La del partido. La de un equipo local que resiste y ataca durante el primer cuarto de partido. El que amenaza la veintidós contraria con hombres de peso en la delantera y que se repliega con rapidez forzando el error del rival en ataque.
Alcobendas R.U. anotó su primer ensayo sobre el banderín a la izquierda de su ataque. Habían avisado los madrileños con un juego muy dinámico a la mano y gracias a él sumaron sus primeros puntos. El segundo, muy seguido, fue fruto de su juego de delantera. Los dos transformados por Agustín Cittadini, segundo máximo anotador de la categoría (0-14).
Hubo reacción local. Los jiennenses buscaron situarse rápido en la veintidós contraria y salieron de ella con tres puntos gracias a un golpe de castigo convertido por Tato Camacho, que, en este segundo intento, evitó el viento pateando a menos altura (3-14). El equipo local supo defender este resultado hasta el descanso presionando, placando bajo y llevando el juego a campo contrario.
Las segunda parte, tras el saque de honor del alcalde de la ciudad, Julio Millán, no pudo empezar peor: golpe de castigo sacado a touch, dos jugadores verdeoliva tratan de mantener el balón dentro del campo, opero este queda franco para el ensayo de Alcobendas R.U. (3-21).
Un mazazo para los nuestros que volvían a ver cómo su rival se distanciaba en el marcador. ¿Bajar los brazos? Nunca. Vuelta a la veintidós rival tras el saque de centro, vuelta al pico y a la pala, a encadenar fases y a buscar intervalos.
En eso Luis Alberto Enrique es un maestro y quebró, por el centro, la defensa rival. Su carrera de 40 metros dejando rivales atrás le llevó hasta la zona de marca, anotando bajo palos (10-21).
Hablamos del tramo más igualado del encuentro. Un intercambio de ensayos que dejaría el marcador en un 17-26 a 10 minutos del final. No nos adelantemos.
Con el saque de centro tras el ensayo del ala jiennense, Alcobendas RU volvió a situarse en veintidós contraria. La ordenada defensa jiennense consiguió anular una primera acción de ensayo, pero no la siguiente del talonador visitante, Pablo Gallego (10-26). Minutos de toma y daca, con más toma que daca para los locales.
Una patada muy profunda de Tato Camacho al filo de la hora de partido tocó a rebato y despertó en ataque al XV jiennense. Una sucesión de indisciplinas del equipo rojiverde, provocadas por el ímpetu de los jugadores locales, ayudó a Jaén Rugby y la defensa se convirtió en asedio.
Se le escapó el ensayo por milímetros a Iván Tévez después de una gran jugada colectiva, pero avanzaban en ventaja por otra acción de castigo cometida por los madrileños.
En la siguiente jugada –golpe de castigo sacado a la mano- Fernando Gabba fue a la guerra, sus compañeros de delantera con él, y después de dos pick and go, y con las tres cuartos desplegada como señuelo, Juan Castro continuó a la corta y sumó el segundo ensayo para Jaén Rugby (17-26). Cinco había encajado Alcobendas RU en siete partidos, dos en este octavo en Las Lagunillas.
Alcobendas RU ya había sacado al campo todas sus reservas para afrontar los últimos minutos. Jaén Rugby, las suyas. Los madrileños no dieron tregua y tampoco hicieron prisioneros en el último tramo de partido.
Tres ensayos más sellaron el resultado final y acabaron con la posibilidad de que los jiennenses sumaran el punto bonus defensivo que le permitiera evitar la última plaza en la clasificación del Grupo Élite.
Queda un último partido. Después de Semana Santa, viaje a Getxo para cerrar una temporada de ensueño: segundos en el Grupo C, tras Alcobendas RU, y clasificación para jugar con los mejores de su categoría. Ya habrá tiempo de analizar los números de una temporada histórica. Es momento de disfrutar, un último partido más, del juego que despliega este equipo. Será el 16 de abril.