Fin a una racha de cinco derrotas, y nada menos que tumbando al campeón de La Liga. El Real Valladolid de Álvaro Aguado e Iván Sánchez tomó aire gracias a su victoria ante el FC Barcelona, que le permitió abandonar momentáneamente el descenso.
Además lo hizo con Aguado partiendo de inicio en el que equipo elegido por Pezzolano, manteniéndose sobre el césped durante los noventa minutos. El 6 blanquivioleta volvía a la titularidad después de algunas semanas en las que había perdido protagonismo.
Algo que no pareció notar en exceso ya que, desde el pitido inicial, se mostró muy enchufado. De hecho, en sus pies arrancó la jugada que supondría el primer gol del partido. Envió con precisión un balón largo a la izquierda para el centro de Machís, que desvió Christensen a su propia portería.
Luego llegaría el segundo de Larin desde el punto de penalti. Y el tercero estuvo cerca de llevar la firma de Aguado, que disparó a puerta tras una carrera de Larin, aunque sin fortuna para superar al arquero del Barça.
En general, Aguado fue de menos a más y acabó siendo la brújula que había echado en falta el equipo pucelano durante las últimas jornadas. Quien no disfrutó de un sólo minuto fue el también jiennense Iván Sánchez, que parece no terminar de convencer a Pezzolano.
Ahora, con 38 puntos, el Real Valladolid se sitúa fuera de los puestos de descenso pero pendiente de los resultados de los equipos que le rodean en esa pelea por la salvación: Getafe, Cádiz y Espanyol.