Alejandro Copete // @Ale_Copete
Cuando despiertas de una pesadilla, después de que pase el temor inicial lo más recurrente es volver a dormir pensando que ya ha pasado lo peor y que ahora vendrá el merecido descanso. Pero también puede ocurrir que esos miedos internos tengan continuidad y vuelvan a aparecer de nuevo.
Pongamos ejemplos concretos a dicha metáfora. La persona somnoliente es el Córdoba CF y la pesadilla es la segunda mitad de la pasada campaña donde solamente consiguieron dos victorias en la friolera de 19 partidos.
El despertar se puede comparar a la llegada de Ivan Ania desde el Algeciras para ocupar el banquillo y las numerosas altas para formar un proyecto para, otra vez, intentar ascender a la Segunda División. Pero la pesadilla ha vuelto.
Dos derrotas y una victoria en este inicio de temporada han recordado a los datos con los que los blanquiverdes dieron arranque a la campaña 2018/2019, tristemente recordado por el descenso desde la Plata. Y encima se le suma que son, empatados con Atlético Sanluqueño y Real Murcia, el equipo más goleado (siete hasta el momento) del Grupo II de la Primera RFEF.
Solamente las buenas sensaciones (que de momento no se transforman en puntos) y la capacidad goleadora del conjunto califal (seis tantos) han hecho que no salten las alarmas en Córdoba, pero la necesidad de estar en la pelea por el ascenso pueden precipitar pronto las cosas.
Además del entrenador, procedente del Algeciras llegó el defensa Albarrán, quien se ha apropiado de la banda derecha de la defensa. La zaga ha sido de las demarcaciones donde el Córdoba CF más se ha reforzado, quizás un factor importante en los malos registros defensivos, donde aún necesitan más tiempo para acoplarse.
Adrián Lapeña, ex del Deportivo de la Coruña, se ha convertido en uno de los centrales titulares. También desde tierras gallegas llegó el mediapunta Zalazar. Pero volviendo a la defensa, Carlos García e Iván Rodríguez, central y lateral procedentes del Cádiz B y Rayo Majadahonda respectivamente, fueron fichados para la parcela defensiva.
Este último con experiencia en Segunda División en su paso por la Ponferradina, equipo de donde también procede el lateral Adri Castellano que será baja por lesión.
También hubo fichajes para la medular con la cesión del pivote Álex Sala por parte del Girona (la pasada campaña en el Sabadell) y la llegada de Isma Ruiz, mediocentro ex de la UD Ibiza y con pasado en Primera División vistiendo la elástica del Granada CF.
También con historia en la élite es Recio, el ex del Málaga y Leganés entre otros, que busca reencontrarse a sí mismo en la ciudad califal. De momento le queda para ponerse a punto tras haber estado sin equipo durante mucho tiempo.
Para la zona ofensiva se ha apostado por la continuidad (y quizás por ello los buenos números) de la mano de Simo, Carracedo y Casas. El ariete suma tres goles en estas tres jornadas, seguido de un incombustible Kike Márquez con dos. El mediapunta vio la roja en la pasada jornada y cumplirá sanción ante el Linares Deportivo.
La parcela ofensiva tiene de refuerzos al extremo Adilson (ex del Badajoz) y el delantero Alberto Toril (ex del Murcia, viene tras una aventura en Polonia).
Quien sí podrá ser de la partida en el duelo ante el equipo minero es el guardameta Carlos García, que vuelve tras cumplir sanción. El portero Tarrés, procedente del filial, ha ocupado la portería en su ausencia.
Para el Córdoba CF es el momento de que los Calderón, Gudelj y Diarra den un paso más junto a los refuerzos en la búsqueda de una fortaleza defensiva necesaria para sacar los partidos adelante, buscando mejorar sobre todo en el aspecto del balón parado, donde están sufriendo en demasía.
Para un conjunto como los blanquiverdes, obligados a ascender sea como sea, cualquier traspiés puede activar todas las alertas y llevarse a quién sea por delante. Y un nuevo proyecto fallido sería un retorno a una pesadilla que parece no acabar.