Más de un centenar de niños y niñas federados han participado en el Campus de Bolo Andaluz 2024, una actividad que se encuadra dentro de la Escuela Andaluza de Bolos de la FAB, un programa de captación y formación de jóvenes valores bolísticos en edad escolar. Desde el inicio de las vacaciones estivales, la Federación Andaluza de Bolos ha programado tres jornadas cargadas de actividades, tanto culturales y naturales como deportivas. La primera jornada tuvo lugar en la Sierra de Segura el 28 de junio, la segunda se desarrolló el 17 de julio en la Sierra de las Villas, y el 21 de agosto se ha cerrado el programa en la Sierra de Cazorla.
El primer campus se realizó en 2013, gracias a la anexión de la FAB a un proyecto europeo para el fomento de los juegos y deportes tradicionales en los centros educativos, con el que se creó la Escuela de Bolo Andaluz, actual Escuela Andaluza de Bolos. En las primeras ediciones, los chavales pasaban cuatro días y tres noches alojados en plena Sierra. En 2018 se cambió el modelo, y se comenzó en actividades de un día, regresando los niños para dormir en su casa. El objetivo del Campus de Bolo Andaluz es afianzar el vínculo de los chavales. que compiten en las categorías base del deporte autóctono, con los bolos serranos y todos los aspectos naturales y culturales relacionados con los mismos. Cada jornada se realiza en una de las sierras que conforman el Parque Natural donde nacieron los bolos serranos, y en cada jornada se programan distintas actividades destinadas a que los niños conozcan los valores naturales y culturales de este espacio natural protegido, además de mejorar su técnica de juego con clases magistrales de los mejores jugadores y jugadoras de bolo andaluz.
Así, el primer día se realizó una ruta desde Fuente Segura a Pontones, en la que los niños conocieron la actividad ganadera de la zona y la trashumancia. También aprendieron a reconocer árboles y plantas característicos de la zona y sus usos por parte de la población serrana. En esta ocasión el guía de la ruta fue el filólogo José González Palomares, catalán con raíces segureñas que imparte clase en varias universidades francesas. La segunda jornada, la ruta discurrió alrededor el Embalse del Aguascebas, pasando por la Cascada de Chorrogil y terminando en bolera de La Fresnedilla. Durante la ruta conocieron los distintos árboles y plantas relacionados con los bolos serranos, como el enebro y la encina, maderas con las que antiguamente se confeccionaba el material de juego. La tercera jornada discurrió entre Vadillo Castril, Cerrada del Utrero y Puente de las Herrerías, con la cultura de la madera de trasfondo. Con los calores estivales no faltó tampoco la diversión más refrescante. En la jornada de la Sierra de las Villas, los niños se bañaron en la Playa de Mogón y en la de la Sierra de Cazorla probaron las frías y revitalizantes aguas de las pozas del Puente de las Herrerías. Incluso ha habido tiempo para hacer escalada y tirolina en el Parque Multiaventura de Cazorla.
Es la formación deportiva el objetivo principal de este programa. Los jóvenes deportistas reciben clases magistrales de los mejores jugadores y jugadoras del deporte autóctono. Se les explica técnicas de juego que utilizan los ases del bolo andaluz para mejorar su juego y entrenamiento, perfeccionando la técnica individual de todos los participantes. Este año han impartido “master class” Javi Navarro, actual campeón de España de bolo andaluz montaña, los números 1 de ranking femenino y masculino, Loli Rodríguez y Antonio Castillo, y uno de los jugadores clásicos del circuito, José Miguel Nieto, el primer campeón de Andalucía en la modalidad valle (año 2009).
Las actividades deportivas se han desarrollado en cuatro boleras, dos que están dentro del circuito federativo, la de Fuente Segura y la Municipal de Cazorla, y dos clásicas y con mucha historia detrás, la de la Fresndedilla, en el término municipal de Villacarrillo, y la de Vadillo Castril, en el término municipal de Cazorla. En esta última se comenzó el juego en la mitad sur del Parque Natural, cuando en 1980 se organizó aquí el primer torneo de este juego ancestral. Desde entonces hasta la actual temporada, se ha celebrado todos los años, excepto en 2020 y 2021, que se suspendió por la pandemia.