
Foto: RFEF.
Las inauguraciones siempre son complicadas. El silencio habitual del primer día apenas se percibió en el primer cuartos de final de la XXXVI Copa de España. El ruido de los bombos de la afición del Movistar Inter y del Jaén Paraíso Interior —numerosísima— promovían una eliminatoria con ínfulas de mayor prestigio. No había favorito. Por el ambiente se entendía que en este tipo de competiciones, por muchos escudos que haya, la conexión que tiene el Jaén Paraíso Interior con el torneo equilibra las fuerzas del club que más trofeos tiene, el Movistar Inter.
Si había algo de respeto, los andaluces se lo perdían. Sólo así se puede explicar el gol de Carlos Sanz en el tercer minuto: Lemine rompió una línea de una zancada y dejó la pelota clara al venezolano en el flanco izquierdo. Con el interior, batió al palo largo a Jesús Herrero. Era lo que necesitaba la afición jiennense para aporrear más fuerte el bombo, incansable. Acto seguido, un mano a mano de de Mati Rosa fue desbaratado por el meta torrejonero. Los de Riquer estaban nerviosos, prueba de ello fue el tiempo solicitado por el técnico tras una pérdida en la salida de balón.
¡ @JaenFS!
⚽️ ¡¡Sanz pone el primero de la tarde en el marcador tras un gran robo de @leminee!!
@InterMovistar 0-1 @JaenFS | 3′
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Aquello surtió efecto, pues Lucão recordó a todos que sigue manteniendo su habilidad. Rotó sobre sí mismo para dejar atrás a dos contrarios y en una rápida triangulación la bandeja estaba en el segundo palo para Raya, que acertó de pleno para el empate tres minutos después del susto inicial. Se reiniciaba el partido y los madrileños, como al comienzo, se hicieron con el mando, mientras que los de Dani Rodríguez se lanzaban a rachas por contragolpes no muy acertados: priorizaron el despliegue físico y llegaban sin fuerzas a la culminación. En esas, Espíndola se vio exigido en un chut duro de Carlos Bartolomé poco antes de que Míchel cometiera penalti sobre Bebe. No pudo evitar el jiennense la entrada fulgurante del cierre, lo que permitió a Drahovsky adelantar a los suyos por primera vez. Con el 2-1, el Jaén se mostró nervioso para armar el juego, aunque desde nunca eso ha sido obstáculo para asomarse a la meta rival. Autores de algún picotazo, no pudieron evitar la balanza del resultado al descanso.

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El encuentro no perdió intensidad porque antes de que se cumplieran 10 segundos Raúl Gómez ya había hallado la cruceta en un escorzo. Respondió Brandi con otro disparo ajustado. Sin embargo, el gol volvió a ser azul. Chaguinha se revolvió en una esquina y su centro —o disparo, según se mire— fue tan ajustado que en el segundo palo entre Attos y Raúl Gómez lo introdujeron. Dos de ventaja para los madrileños. Saltaron las alarmas en los chicos de Dani Rodríguez, que debieron coger varias citas seguidas para visitar a Herrero. Zurdo le puso empeño, con la consiguiente falta de potencia en el desenlace, sin mordida. Ni de jugada ni de estrategia a balón parado. El que sí tenía caballos era Carlos Sanz, de nuevo, con un disparo alto y fuerte culminó una pisada deliciosa de Alan hacia atrás. Con la efervescencia del tanto se volvieron a enchufar para protagonizar varias acciones de peligro.
En algún momento se tuvo que desperezar el Inter y lo hizo con un balón en largo hacia Cecilio al que Espíndola tuvo que recular para finalmente sacar su chut con la pierna. Quedaban ocho minutos por delante y todo estaba abierto, dado el hambre de ambos por estar más cerca del trofeo. Raya se quedó a un bocado de cantar su gol, puesto que su incorporación terminó en el palo (otro más) de la meta andaluza. El guardián de la misma salió y como nadie le encimó, Espíndola probó con la puntera: Herrero tuvo que echar el costado al suelo para sacar una bomba que se colaba. Se animaron a que Míchel se vistiera con la zamarra morada con dos minutos y medio por delante. Todo o nada.
Y fue algo entre medias. Ambos tenían cinco faltas y en una de las primeras circulaciones de balón con portero-jugador, Raya trastabilló a Míchel. João Salla fue el francotirador encargado y corroboró que su mirilla seguía bien calibrada. Embocó y estableció el equilibrio al resultado (3-3). Sin tiempo apenas, Carlos Sanz le devolvió el favor al Movistar Inter con una chilena que golpeó en los brazos de Herrero, lo que conllevó la sexta falta para los jiennenses, con Javi Mínguez como protagonista en esta ocasión. El madrileño, que no había disputado ni un segundo en el choque, vio detenido su disparo por el palo. Se desplegaron entonces con cinco jugadores en campo contrario los telefónicos y buscaron revertir la situación con medio minuto por delante.
Y vaya si lo hicieron: con una combinación tan bien trenzada como ejecutada, Carlos Bartolomé fue el último de los casi diez pases que encadenaron al primer toque para hallar el cuarto y definitivo. El Jaén no pudo responder más y el pase a semifinales lo lograron los madrileños con un cierre al cruce precioso.
Así fue el golazo de @carlicos_10 para dar un pase agónico a su equipo, que ya está en Semifinales de la #CopadeEspañaFS.
@InterMovistar 4-3 @JaenFS | 40′ pic.twitter.com/cpqFYL8gRk
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