José Ángel Martos // @joseangelmartos
El último partido antes del cierre del mercado invernal ha dejado una conclusión evidente, hay que fichar. El Real Jaén cuenta con un equipo titular afianzado, que sabe a lo que juega y lo hace de memoria, pero las bajas por sanción, y sobre todo, por lesión, están dando más de un quebradero de cabeza a Manolo Herrero. Tanto es así, que tuvo que infiltrar a Óscar Quesada para recibir al colista, una decisión que le ha salido muy cara. Pero el equipo supo sobreponerse a la ausencia del mejor jugador de bronce 2012-2013. Más trabajo le está costando reemplazar a Víctor Curto, el ex del Albacete que no entraba en los planes iniciales del andujareño y que se ha convertido en una pieza irremplazable. Herrero trata de recomponer un puzzle en el que las piezas no parecen encajar del todo. Falta la pausa y la recuperación de Quesada, el ingenio y el último pase de Curto, y un Kitoko en el lateral izquierdo. Y sobre todo, faltan los goles. Porque es exigir demasiado que Jona saque petróleo de una tierra estéril, jornada sí, y jornada también. Necesita un competidor en el banquillo, que le obligue a exprimirse al máximo y que, cuando tenga la oportunidad, lo haga igual de bien que él.
Con las salidas de jugadores que no contaban para el míster, o que no “tenían la cabeza en el club”, a Herrero no le ha temblado el pulso para sentar en el banquillo a tres canteranos del filial. Sí, en cambio para hacer debutar a alguno de ellos ante el Numancia. Se reservó una sustitución, tal vez porque no lo creía oportuno, tal vez porque es pedirle demasiado a un chaval del filial que resuelva lo que no han podido hacer los mayores, o lo que no han sabido hacer los directivos.
La segunda vuelta se hará muy larga si no se ficha ya, y se ficha bien. Lo de Sutil, parece cuestión de horas, así como la cesión del cordobesista Joselu. Pero no olvidemos cuál es la principal carencia de este equipo, el gol. Está muy bien eso de jugar con falso nueve, pero hace falta un nueve auténtico, verdadero, que tenga dos ocasiones como las de Machado y clave alguna en la diana.
El empate sin goles ante el Numancia ha sido un toque de atención, esperemos que la secretaría técnica y la directiva, hayan captado el mensaje y se muevan ávidamente en los despachos. El desenlace lo veremos ante el Lugo.