Alejandro Copete // @Ale_Copete
El entrenador cántabro Quique Setién afronta su quinto año consecutivo (una proeza en el fútbol de hoy en día) en el club gallego, que comparándolo con los grandes históricos de nuestro fútbol, aún no tendría edad para jubilarse, ya que cuenta con “apenas” 61 años, cuando de la fusión entre la Gimnástica Lucense y el Club Deportivo Polvorín nació el actual CD Lugo. Como orgullo de ese pasado, en su escudo aparece un cáliz y una bomba, símbolos de los antiguos club.
Precisamente fue una bomba para todos los aficionados lucenses la tranquila temporada donde se consiguió la permanencia sin mayores dificultades y con una apuesta por el juego bonito desde la llegada de Setién en Segunda B. A estas alturas, el CD Lugo se encuentra de nuevo en mitad de la tabla, con mucho trabajo adelantado para volver a estar una temporada más en la categoría de plata, la séptima si lo consiguen.
El franco-italiano Vincenzo Renella, cedido por el Real Betis, ha tomado la batuta del ataque con sus goles. Ser el máximo goleador del equipo le ha permitido copar el puesto de delantero centro del equipo. En la defensa destaca Manu, lateral izquierdo que es el amo y señor de esta parcela del terreno de juego, y de momento nadie parece discutir ese reinado. El conjunto blanquirojo se ha reforzado con Sergio Rodríguez del Betis, mediapunta capaz de jugar en las bandas y en el centro del carril del 10.
Antes hablábamos del pasado del CD Lugo. La ciudad que lleva en su nombre no se queda atrás. Fundada por los romanos en los alrededores de un castro celta, su muralla es Patrimonio de la Humanidad desde el año 2000, además es cabeza de etapa de la Ruta Primitiva del Camino de Santiago desde la Edad Media. Un pasado histórico del que estar orgulloso. Ahora el equipo tiene la responsabilidad de crear uno futbolístico en su día a día, ya que echando la vista atrás nos encontramos con muchos años de Tercera División e incluso Preferente. A todos los lucenses del futuro les gustaría un pasado glorioso escrito en Plata o, quien sabe, en Oro.