Alejandro Copete // @Ale_Copete
En la primera vuelta, desde estas mismas previas comentábamos como afrontaría el equipo gerundés la crisis económica que le obligó a entrar en concurso de acreedores. A estas alturas, Montilivi está pidiendo un rescate. Colista y con una racha de 11 partidos sin conocer la victoria, la sustitución del míster Ricardo Rodríguez por Javi López no ha supuesto la reacción esperada y llegan ante el partido contra el Real Jaén con 5 empates consecutivos y solamente 3 goles anotados. Pero puntuar de 1 en 1 ya no vale.
Una pesadilla que viven semana tras semana después del mejor año de toda su historia, donde la Primera División se quedó muy cerca. Algo que pesa a afición, directiva y jugadores, que quieren hacer recordar que son ellos mismos los que rozaron la proeza, pues muchos jugadores de dicho bloque se han quedado. Como Migue, un fijo en el centro de la defensa; Jandro, el mago e imaginación de la medular y Gerard Bordás, ya en propiedad del club catalán.
Deberá tener mucho cuidado el Real Jaén, ya que los partidos en casa siempre suelen ser excusa para las conjuras y promesas de que todo irá mejor a partir de ahora. Para ello, han reforzado la delantera blanquivermella con Tato (proveniente de Las Palmas) y Ortuño, una promesa de la Segunda División B, entre otros.
Son solamente dos puntos los que separa al colista de la salvación, pero cuando estás último la carga pesa mucho más. Parece un castigo divino hacia un club humilde por haber intentado llegar al Olimpo y que al final acaba desterrado. Porque cuando un Twitter oficial de un club de fútbol se dedica, entre noticias deportivas, publicitar la compra de acciones a sus seguidores, se sabe que hay un problema importante y que la nave gerundina puede irse a pique.