Alejandro Copete // @Ale_Copete
Dos temporadas pasó la UD Melilla en la Segunda RFEF antes de conseguir el ascenso por la vía rápida siendo campeón de su grupo. Y de momento, o mejora la cosa en el Grupo II de la Primera RFEF, o no tardará en volver.
Los melillenses cierran la tabla con solamente seis puntos en su haber, fruto de una victoria y tres empates en lo que llevamos de temporada. Además son el equipo que menos goles anota (8) y el tercero que más recibe (27). Una situación que fue insostenible para Rivera, quien fue destituido por Juan Sabas.
El otrora entrenador del Córdoba y Extremadura, entre otros, no es que haya supuesto una revolución de juego y resultados. Con él a los mandos llegó el pequeño oasis que fueron dos victorias en Copa y en liga seguidas, pero desde entonces los partidos de los norteafricanos se cuentan como derrotas. 10 en 12 encuentros son números que invitan al desastre.
Por ello, los estamentos que conforman la UD Melilla han señalado al encuentro contra el Linares Deportivo en el Álvarez Claro como una de los últimos clavos ardientes donde agarrarse. Un llamamiento a la afición para sumar los primeros tres puntos de una hipotética remontada que, aunque parezca imposible, todavía puede suceder. Aunque para ello tengan que remar con 10 puntos de desventaja con respecto a la salvación.
Los movimientos del mercado para los blanquiazules en su ascenso a la Primera RFEF estuvieron marcados por las llegadas del portero Javi Montoya (ex del Mérida), el central Caro, que se enfrentará a su antiguo equipo y el extremo Siddiki, procedente del Algeciras. Estas caras nuevas son las que están contando con más minutos en la plantilla melillense.
También llegaron para reforzar la zaga norteafricana el lateral izquierdo Gnali (ex del Tarazona), el lateral derecho Juanjo Mateo (ex del Recreativo de Huelva) y el central Yuste (ex del Alcorcón B). Armenteros, procedente del Leganés B, fue otra apuesta para la defensa, pero sufrió una grave lesión en su debut liguero del cuál todavía no se ha recuperado.
Para el centro del campo la UD Melilla se hizo con las incorporaciones de Masogo, mediocentro procedente del Pontevedra; Cotán y Marchena, centrocampistas que la temporada pasada vistieron las camisetas de Numancia y Betis Deportivo respectivamente. Precisamente, la última incorporación blanquiazul se ha dado para la medular. Tras pasar un periodo de prueba, los melillenses hacían oficial el fichaje de Bandaogo, con pasada en Betis Deportivo, Balona y una etapa en el extranjero.
Esta misma semana se hacía oficial el fichaje de Bandaogo, pero también la marcha de Vinicius Tanque. El ariete brasileño llegó en verano con expectativas de anotar muchos tantos pero se va sin haber perforado las redes rivales. Cantarero, otro antiguo integrante del filial bético, llegó para reforzar la banda izquierda del ataque.
El papel goleador lo está poniendo Dani García, que suma 6 de los 8 goles que lleva la UD Melilla, con Migue García y José Enrique ejerciendo de escuderos. Aunque en los últimos cinco partidos ligueros, los melillenses solamente han conseguido anotar un tanto. Por su parte, José Antonio es el jugador con más minutos del centro del campo seguido de Sergio Pérez, mientras que en la defensa mandan Moi, Dani Martín y Marauri.
Juan Sabas también tiene un problema en la enfermería. Además del ya mencionado Armenteros, serán baja ante el Linares Deportivo Alberto Martín, Sergio Pérez, Masogo, Cantarero y Mateo. Con la duda de José Antonio, tendrá que hacer malabares para cuadrar la convocatoria, sobre todo en la medular, zona donde se concentran el mayor número de bajas.
La UD Melilla fue un equipo que echó raíces en la extinta Segunda B. Tras 20 años, solamente la reestructuración hizo que dieran con sus huesos en una categoría inferior. Ahora ha vuelto al tercer escalón de nuestro fútbol, pero sin la solera, el poderío y el nombre que tenían. Por supuesto que querrán recuperarlo.