Alejandro Copete // Ale_Copete
Los pesares económicos pasaron factura en la Agrupación Deportiva Alcorcón. De pelear por subir a Primera, ahora se encuentran encallados en la zona baja de la tabla, en puestos de descenso. Una situación incómoda para todos en el club alfarero, que se ha visto “apadrinado” por el empresario belga Roland Duchâtelet, de profesión: coleccionista de clubes (Sint-Truidense, Újpest FC, Standard de Liège, FC Carl Zeiss Jena, y Charlton Athletic).
Aunque el empate ante el Eibar en casa y la victoria al Numancia en Soria (sorpresivamente, dos “gallitos” actualmente) han dado un poco de aire a los agotados pulmones de los jugadores amarillos, que aunque se encuentren en la vigésima plaza, tienen la salvación a tiro de piedra. Afrontan el partido contra el Real Jaén como una oportunidad única de alejarse de dichos puestos.
Bordalás, que volvió al club para sustituir al jiennense Miguel Álvarez, usó en Los Pajaritos una defensa de 5 hombres para intentar arrascar puntos. Ahora la duda es si volver a los planteamientos normales en Santo Domingo o bien hacer cumplir aquel dicho de “Si algo funciona, no lo toques”. Lo que si parece claro es que el lateral izquierdo Ángel Sánchez estará en el once de gala. Es la defensa el apartado más consistente del club madrileño, con jugadores como Babin y Rubén Sanz. Además, la llegada de Pau Cendrós en invierno parece haber sido clave. La cosa en ataque cambia, ya que nadie destaca en su faceta goleadora. Las esperanzas están puestas en los extremos Juli y Fernando Sales.
La AD Alcorcón nació en los años 70, cuando la localidad que lo acoge pasó de ser un pequeño pueblo a convertirse en una ciudad-dormitorio de Madrid. Una de las opciones es que fue fundada por artesanos, alfareros musulmanes, que la denominaron Al-Qadir. De ahí viene el mote de la afición amarilla. La alfarería es un arte que nos compaña desde que el Ser Humano es Ser Humano. Una larga vida pero que tiene una paradoja: es quebradiza, es frágil como la cerámica. Todo el duro trabajo de un equipo puede verse roto en pedazos en un instante.