Era un partido de vital importancia y Linares y el Tecnigen lo sabían. La comunión entre equipo y afición fue fundamental para llevarse una victoria que sabe a gloria. La grada estuvo a tope, y las jugadoras lo dieron todo. Roxana Istrate y Mina Tsuruoka lograron vencer todos sus puntos, y Andrea Benítez estuvo muy cerca de lograr uno de ellos, lo que demuestra la increíble progresión que está mostrando.
El partido comenzaba más ajustado de lo previsto, con una Noa Muñoz que fue un auténtico quebradero de cabeza para la capitana Roxana Istrate, que finalmente pudo tirar de experiencia para anotarse el primer punto en cinco sets. El segundo punto lo disputaban Renata Moscoso y Andrea Benítez, en un duelo que también se decidió en cinco sets y en el que también se impuso la experiencia en la categoría de la jugadora catalana. Con 1-1 en el global, se disputaba uno de los puntos claves del encuento. Mina se medía ante Charlotte Carey, la líder de las catalanas y que llegó a estar entre las 50 mejores del mundo. Mina y la afición linarense se anotaron un punto en el que la galesa se vio claramente desbordada. Al ecuador del encuentro se llegaba con 2-1 para las linarenses.
El cuarto punto medía a Noa con Andrea. Partido tremendamente igualado que se marchó para el casillero catalán y que ponía las tablas en el marcador. Si el Tecnigen quería sumar dos puntos, ni Mina, ni Roxana, podían fallar. Fue la capitana la primera en salir a la palestra ante Carey, que nuevamente se veía superada por la intensidad del juego de Roxana, que vencía con un claro 3-0 y aseguraba un punto en la clasificación.
Pero el encuentro no había terminado y el Tecnigen Linares y su afición querían dos puntos que eran vitales. Mina tenía que disputar el sexto juego del encuentro ante Renata. La jugadora de Vic no lo puso fácil y supo sobreponerse a la presión ambiental, pero a pesar de sus esfuerzos, Mina lograba llevarse el duelo en tres sets poniendo el definitivo 4-2 en el marcador.
Con este triunfo, el Tecnigen Linares coge aire en la clasificación. Ahora la presión es para Tramuntana y Sant Cugat, si bien, las linarenses necesitan sumar algo más en las tres jornadas que restan de campeonato para poder estar totalmente tranquilas.