Alejandro Copete // @Ale_Copete
El CF Villanovense vuelve a la Segunda B y, según sus intenciones, es para quedarse. Quieren sumar más años en la categoría de bronce del fútbol español y de esta manera mejorar su media histórica, que aún sigue siendo predominantemente como equipo de Tercera División desde su fundación en 1992 recogiendo el testigo del extinto CD Villanovense.
Una Tercera que el año pasado se le quedó muy pequeña al equipo de Villanueva de la Serena. Los números hablan por sí solos: campeón de su grupo, 31 partidos ganados, solamente dos perdidos, menos de 20 goles en contra en todo el año y 100 puntos en total. Una cifra redonda e histórica para un equipo de la humildad que caracteriza tanto público como directiva del Estadio Romero Cuerda. Unas instalaciones reducidas, cotidianas, de toda la vida; que seguramente jueguen a su favor como fortaleza verde cada dos semanas.
Todo queda en casa, en Villanueva de la Serena, en la tradición. Por eso desde el conjunto serón se apuesta por un proyecto lo más extremeño posible que recientemente ha llegado a acuerdos con el propio Gobierno de la Comunidad Autónoma. Siguen jugadores que fueron importantes el año pasado como el capitán Pajuelo y el central Jair. Otro que renovó su compromiso es el centrocampista José Ángel, referencia del equipo de la provincia de Badajoz. Y en las incorporaciones destacan dos jugadores provenientes de dos filiales: Álvaro Garrido (Betis) y un paisano nuestro, el ubetense Carlos Fernández (Córdoba), que quiere demostrar su valía con goles.
El entrenador Julio Cobos tiene por delante un reto importante: no solamente conseguir la permanencia, sino dejar alto el listón del fútbol extremeño en un grupo donde Andalucía es soberana. Atrás quedaron los años gloriosos para el Mérida o el Extremadura. Atrás quedaron también los conocidos de la categoría como el Díter Zafra o el Don Benito. Toda la responsabilidad es ahora repartida entre tres equipos, entre ellos el CF Villanovense. Y ya lo dicen ellos mismos: han venido para quedarse.
