Alejandro Copete // @Ale_Copete
Si decíamos del Murcia el año pasado que era un muerto viviente en la Segunda División, La Roda CF es un fantasma que le ha sido concedida una segunda oportunidad, una posibilidad de redimir sus pecados. La compra de la plaza del Puertollano por parte del equipo albaceteño le permite disputar de nuevo la categoría de bronce pese a quedar en el puesto 17 la temporada pasada. Pero ha tenido un alto precio: el exilio.
El club rojillo queda apartado de sus compatriotas castellano-manchegos y ha sido inscrito en el grupo IV, grupo a priori más complicado y competitivo. Y con una plantilla que en principio se planificó para pelear por el ascenso en la Tercera División, la cosa se complica. Tanto que en estas 4 jornadas no conoce la victoria y con sólo 2 puntos en su casillero y un solo gol a favor; La Roda CF cierra la tabla. Aunque reciben pocos goles en contra, sin puntería no se va a ningún sitio positivo. En la localidad todos temen que la historia no solamente sea la del año pasado, sino que sea aún peor.
Mario Simón, un técnico con trayectoria en el fútbol manchego, tiene que lidiar con una situación que el no se esperaba en la categoría de bronce. Sin embargo, rápido y corriendo, casi a última hora; se consiguieron fichar a jugadores con más empaque y experiencia en Segunda B, como el central Diego Garrido o el ex del CD El Palo Javilillo. Es La Roda CF un equipo que destaca por su orden defensivo, que ya demostró en uno de los campos más complicados del grupo: el Ramón del Carranza. Su visita a Jaén puede ser un extra de motivación, ya que sus puntos han sido conseguidos fuera de casa. El mundo al revés en la provincia de Albacete.
Existen continuaciones de origen francés a la obra más importante de nuestra literatura: El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha. En esos textos señalan a La Roda como esa aldea de la que Cervantes no quiso acordarse. Muy apropiado para la afición rojilla, que es alta en número para ser el equipo muy humilde en la categoría de bronce. Jornada a jornada, La Roda pelea contra gigantes que al final resultan ser molinos de viento. De momento no ha sido capaz de vencer a ninguno, pero la cabezonería y la gallardía de Alonso Quijano ya es eterna.