Alejandro Copete // @Ale_Copete
El exilio de La Roda CF en el grupo IV de la Segunda B más bien parece una travesía por un desierto. El equipo castellano-manchego, alejado de sus compatriotas por los designios de los que mandan y obligan a obedecer, es el farolillo rojo del grupo. Pero a sólo 3 puntos de la salvación, la zona baja de esta tabla es más bien una montaña rusa donde la euforia y el miedo son constantes. Pero si llevas 4 partidos seguidos sin conocer la victoria, lo más seguro es que caigas sin remedio.
La pobre faceta goleadora es la que ha llevado al equipo rojillo a esta situación. Cuando tu pichichi, Fran Adeva, solamente lleva 3 goles en lo que llevamos de campeonato, es un síntoma bastante claro. La Roda, que planificó su plantilla para jugar en Tercera y se encontró con la posibilidad de comprar la plaza del Puertollano, teme que este año, que podía haber sido de rendición, sea un año perdido en el limbo del deporte en la ciudad que según dicen algunos, partió el ingenioso hidalgo de la triste figura. Tristes figuras las de banquillo, directiva y grada del club manchego. Tristes figuras estrellándose contra gigantes que esta vez, parece que si lo son.
Antes hablábamos de montañas rusas, pues el mercado invernal para los rojillos ha sido parecido a un vagón que se llena, se marcha por la atracción y al instante llega otro vagón con gente que se baja. Hasta 5 jugadores se han despedido de las instalaciones del Municipal (Mauri, Ballester y Samuel eran jugadores con bastantes minutos) y otros 5 (más Fran Piera, a quien se le ha tramitado ficha) han llegado para conocer su nuevo hogar. Entre ellos un jugador que ha llegado a catar las mieles de la élite futbolística española: el lateral izquierdo Héctor Sánchez. Entre las llegadas, Goñi, que ya sabe lo que es la Segunda B tras su paso por el Logroñés, Orihuela, Girona, entre otros. Mario Simón espera que los nuevos se acoplen rapidamente a un bloque donde quiere que destaque la solidez. Más aun con el agua llegando casi al cuello. El veterano Espínola es el encargado de llevar la batuta y hacer pelear al resto como gatos panza arriba para salir del pozo.
A nadie le gusta estar abajo. Aguantar jornada tras jornada el peso de todos los demás, de todo el mundo, como Atlas sosteniendo el globo terráqueo o la Gran A’Tuin, la tortuga que dirige los designios de Mundodisco, ese genial universo creado por Terry Pratchett. Cada fin de semana que pasa, la presión es mayor. Es normal que quieras delegar ese trabajo a otro, puesto que esta vez no hay un Perseo que mitigue tu dolor convirtiéndote en piedra. La Roda se hizo a la idea de bucear por aguas más oscuras. Pero al final una luz le indicó por donde subir y disfrutar un año más del bronce. Pero poco a poco esa luz milagrosa se va mitigando.