Neymar ha vuelto a poner de actualidad la parotiditis (conocida tradicionalmente como paperas), una patología que ha ido perdiendo protagonismo desde la inclusión en el calendario vacunacional pediátrico de la triple vírica SPR.
Las paperas siempre han tenido mala prensa sobre todo si se presenta en edades adultas. Son muchas las creencias que giran en torno a ella como el riesgo de esterilidad en los varones. Aprovechando que la (y el) figura de Neymar Jr ha puesto de nuevo la luz en esta patología, aprovecharemos para hacer un recorrido sobre la parotiditis con esta entrada videotutorial.
¿Qué son las paperas?
La parotiditis es una infección vírica producida por el Paramixovirus que causa el agrandamiento de la/las glándula/s parótidas (salivales mayores) que se localiza detrás de la mandíbula, pero que también puede afectar a otros órganos, sobre todo si se desencadena a edades adultas. Suele afectar a niños y adolescentes. Las personas que sufren esta enfermedad (al igual que las que reciben vacunación) suelen quedar con inmunidad para el resto de su vida. Como se ha citado, además de a las glándulas salivares, puede afectar el sistema nervioso central y los testículos, pudiendo presentar complicaciones como meningitis y orquitis que puede desencadenar en infertilidad (en un caso por cada millón de habitantes/año)
El paramixovirus entra en el organismo a través del aparato respiratorio y es trasportado por el torrente sanguíneo hacia los tejidos, siendo estas glándulas parótidas predilectas para su hospedaje. Su contagio suele producirse por contacto directo, por objetos contaminados con saliva u orina.
Antes de la vacunación, la incidencia de parotiditis en España era de aproximadamente 215.000 casos/año, pero desde 1985 se viene produciendo un descenso progresivo, coincidente con el aumento de la cobertura vacunal
¿Cuál es la clínica de las paperas?
Aunque en torno al 20-30% de los casos la infección cursa de manera asintomática y sólo se podría diagnosticar por estudios sanguíneos, lo normal es que desencadene una serie de síntomas que nos hagan llegar a su diagnóstico. Inicialmente suele cursar con dolor de cabeza, malestar, febrícula-fiebre y dolor a nivel de mandíbula que se intensifica al tacto que suele acompañarse de otalgia. En fases más avanzadas puede dar inflamación y edema facial, a nivel de la glándula parótida que se localiza entre el lóbulo de la oreja y la mandíbula.
Además de la glándula salivar pueden afectarse la glándula submaxilar lo que incrementaría la clínica de dolor y edema y otros órganos más distales como el páncreas o los órganos reproductores como los testículos (en un 25-40% de los varones adultos afectados) y los ovarios.
El periodo de incubación de esta patología infecciosa oscila en torno a los 14 días. Suele iniciar como un malestar generalizado con sensación desagradable y de sequedad bucal que se acentúa por la disminución de secreción salivar.
¿Cuáles son las complicaciones más frecuentes?
La parotiditis suele ser una enfermedad benigna, pero aunque son pocos los casos, en ocasiones puede complicarse con alguna de las siguientes patologías:
- Meningoencefalitis: inflamación de las meninges y el encéfalo
- Orquitis: inflamación del testículo y/o epididimitis: suele seguir a los síntomas de la parotiditis en un periodo de 8 días, con un comienzo brusco de fiebre, nauseas, dolor abdominal y testicular pudiendo generar infertilidad masculina. La orquiepididimitis es infrecuente en el varón prepuberal, aunque puede estar presente hasta en el 25% de los varones postpuberales
- Ooforitis: inflamación del ovario. En el caso de las mujeres no se asocia con infertilidad femenina
- Nefritis: inflamación del riñón
- Miocarditis: inflamación del miocardio
- Artritis: inflamación de las articulaciones
Prevención
La introducción de la vacuna triple vírica (sarampión, parotiditis y rubeola) en el calendario vacunacional que se debe administrar entre los 12-15 meses de edad ha sido clave para que la incidencia de esta patología haya ido disminuyendo a lo largo de los años.
En relación a esta vacuna conviene recordar que la primera dosis se recomienda a los 15 meses aunque puede recomendarse antes si hay un brote de la enfermedad dentro de la comunidad. La primera dosis puede no proporcionar la inmunidad adecuada en algunos individuos. Por ello que se recomienda una segunda dosis previamente a la escolarización (4 a 6 años) o a la adolescencia (11 a 13 años). Se recomienda la vacunación a los adultos nacidos después de 1956 si no están seguros de haberla recibido o si sólo recibieron una dosis.
La vacuna triple vírica protege del 90-98% de las personas que la reciben La segunda dosis se recomienda para cubrir al 10% de las personas que no recibieron protección adecuada con la primera dosis.
¿Cuál es el diagnóstico?
Suele ser clínica ya que los síntomas y signos descritos anteriormente suelen ser suficientes para su diagnóstico. En caso de duda, puede ser de utilidad la realización de pruebas sanguíneas para descartar otra posible patología (aproximadamente el 30% de los casos de paperas no se deben al virus de la parotiditis) ya que en ocasiones es necesario realizar un diagnóstico diferencial con gripe A, virus parainfluenza tipo 3, citomegalovirus, infecciones bacterianas como el caso de la parotiditis supurada y otras causas no infecciones..
A nivel de laboratorio, por lo tanto, en la evaluación inicial no estarían indicados, pero en ciertas situaciones especiales podría ser necesario la realización de las siguientes pruebas
- Serología: virus de la parotiditis en brotes epidémicos
- Anticuerpos antinucleares, factor reumatoide e inmunoglobulina, serología (VIH, CMV, VEB) en parotiditis recurrentes
- Microbiología con cultivo de exudado en parotiditis aguda supurada
- Ecografía en parotiditis recurrente
¿Cómo debemos tratar las paperas?
En la mayoría de los casos, la parotiditis es una patología benigna y autolimitada por lo que el tratamiento en estos casos sería el que ayudara a mejorar los síntomas que suele basarse en antitérmicos (bajar la fiebre) y antiinflamatorios. Se aconseja reposo y permanecer en casa al menos los 5 días iniciales.
Hay que adaptar la alimentación a estos casos porque la deglución puede estar dificultada por la inflamación de la zona
El objetivo terapéutico de la fase aguda es aliviar los síntomas. El tratamiento profiláctico con antibióticos no ha demostrado eficacia en prevenir las recurrencias.
Aunque los antibióticos son prescritos frecuentemente, no se ha demostrado que acorten la duración de los brotes.
Neymar, jugador al que se le reconoce su adicción a las fiestas se queda sin copas, sin supercopas veraniegas. Por delante dos semanas para recuperarse.
BIBLIOGRAFÍA
Protocolo de Parotiditis. 2002. Sistema de vigilancia epidemiológica. Principado de Asturias
Criado Vega E, Cuesta Rubio T, Peláez Laguno C. Parotiditis aguda. (v.1/2010). Guía_ABE. Infecciones en Pediatría. Guía rápida para la selección del tratamiento antimicrobiano empírico [en línea] [actualizado el 20/05/2010