Fran Merino // @FranJMerino
Podría hacer un artículo con muchos datos y estadísticas previas de otros encuentros del pasado entre Real Jaén y Linares, pero creo que tras el gran año que ha tenido Jaén en el deporte en general, se merece más un artículo de este tipo. Algunos que empiecen a leerme pensarán de qué habla este loco si el Real Jaén se ha mostrado inconsistente esta campaña y la pasada no entró ni a playoffs, sin embargo, el Linares Deportivo destrozó, campo por campo, a casi todos sus rivales en tercera división. Pero hay vida más allá del fútbol y nos viene a la mente lo que nos hizo vibrar el Jaén Paraíso Interior, con el hito más grande de la historia del deporte jienense, conquistando la Copa de España de futsal.
Yo voy por ese camino, por eso veo este encuentro como la gran fiesta final entre los dos mayores rivales, entre los dos mejores equipos de nuestra historia. Ya se me ponen los pelos de punta imaginando Nando subiendo la banda con su color blanco o a Fran Carles, con su azulillo, regateando al propio Nando y terminando el encuentro con ambos fundiéndose en un saludo de amigos, de paisanos, de jienenses disfrutando del fútbol. Se me ponen los pelos de punta solo de pensar en lo bonito que va a ser el sábado, poder volver a ver a los dos rivales frente a frente.
Hablando un poco de fútbol, el Linares Deportivo llega con dos puntos por encima del descenso, mientras que el Real Jaén viene en buena racha y está a tan solo un puesto de entrar en los de playoffs de ascenso. Aunque ya sabemos que en un derbi no hay favoritos, si alguien está un poco por encima es el equipo local por el empuje de su afición, aunque tampoco serán pocos los azulillos en el fondo sur del nuevo estadio de La Victoria. Aficiones que están yendo de la mano con sus jugadores y directivas con la hermanación del respeto y solo fútbol. Esperemos, que pese a cualquier resultado, siga sin haber conflictos. Bromas y piques, todos los del mundo, eso sí es fútbol, siempre con respeto.
Acabo insistiendo en la bola eche a rodar para ver como un linarense como Santi Villa suda sangre blanca por marcar un gol al equipo de su ciudad natal, mientras Lopito intenta parar con orgullo azul, el disparo de su compatriota. Fútbol, pasión y orgullo con el derbi jienense, Real Jaén-Linares Deportivo.