Diego M. Díaz // @dmdiazsalado
Fiel a su estilo de mantener un buen puñado de finales en alto, etapas unipuerto, poca lucha contra el crono y sprints potentes que pican hacia arriba, el próximo recorrido de la Vuelta a España 2016 parece disponer de los atractivos que en los últimos años han hecho de la carrera hispana la más emocionante, a la par que disputada, gran ronda por etapas. Sin embargo, en la presentación del recorrido de la prueba ciclista por antonomasia del calendario español se evidenció la ausencia de etapas en Andalucía, y por ende, en Jaén, uno de los escenarios que más juego ha dado a la carrera en las dos últimas décadas. Si en la pasada edición se contaron hasta nueve etapas con kilómetros en tierras andaluzas, entre las que se incluían la salida en Puerto Banús –y sus famosos bancos de arena- y las primeras rampas con porcentajes de espanto, en Caminito del Rey (Málaga), la jienense Cazorla y las Alpujarras de Granada, la convocatoria de 2016 apenas bajará de los paralelos más septentrionales de la geografía patria, apenas el paseo final entre Las Rozas y Madrid y tres etapas en el levante peninsular: Peñíscola (Castellón), la contrarreloj de Jávea y la dura subida a Aitana, estas dos últimas en Alicante. Ni rastro del sur ni de la provincia aurgitana, postas que por ambiente, paisajes y duras rampas siempre dieron sabor, color y picante a la carrera.
El caso de la provincia es particular, ya que no conocía el desdeño del recorrido de la Vuelta desde 2012, cuando también se planificó la suerte de media Vuelta a España que nos espera en la presente temporada. Desde entonces, Valdepeñas de Jaén, Alcaudete y Cazorla han vivido las mieles de ser final de etapas, todas cargadas de un emocionante compás competitivo, con finales muy del gusto del espectador. El triunvirato completó además un hito histórico, siendo la primera vez que la ronda hispana tenía a Jaén en su recorrido en hasta tres ediciones consecutivas. En total, en los últimos quince años han sido una decena las ocasiones que la serpiente multicolor ha puesto sus tubulares en territorio jienense. No quedará sino esperar a recorridos de próximos años para volver a avistar el océano de olivos desde las imágenes aéreas de la carrera.
Queda al menos el consuelo de mantener la esperanza de disfrutar del ciclista jienense Javi Moreno en las etapas que muy al norte librarán los corredores. De cara al gran aficionado, destaca el carácter ultramontañoso del recorrido, con hasta 10 finales en altos. Los especialistas contrarreloj tendrán en la clasificación general un duro hueso que roer, puesto que sólo se sumarán 39 kilómetros en la especialidad en una única etapa cronometrada. Como ya sucedió en la pasada edición, la etapa reina de montaña no tendrá la meta en suelo español. Si en 2015 fue en Andorra, para el presente 2016 la Vuelta inaugurará el puerto del Aubisque, mítica subida del Tour pero hasta ahora inédita en la Vuelta. Los Pirineos franceses serán, por tanto, escenario de la etapa 14. Quizás la más esperada, con cuatro puertos, tres primeras y el final (Aubisque) de categoría especial. Allí fue la primera vez que Alberto Contador se colocó el maillot amarillo como líder del Tour de Francia. Está por ver si el pinteño será de la partida para batallar por la que sería su cuarta Vuelta a España.