Alejandro Copete // @Ale_Copete
Aunque parezca que no, también hay fútbol en esta Semana Santa. Los humildes no descansan y prefieren jugar cuando la gente se encuentra más pendiente de los santos y de las posibles lluvias. El deporte como complemento a la Fe, ya que los grandes abandonan sus equipos para jugar con sus selecciones de nacimiento. También ha ocurrido en el Marbella y con uno de sus jugadores más importantes: el central lituano Edy.
El club malacitano se encuentra en una posición inmejorable para seguir cumpliendo con su objetivo de ir creciendo poco a poco, lento pero progresivamente. Como la hierba o una canción de Pink Floyd. Ya se habla de que el Marbella se convierta en una SAD este verano y el futuro se presenta con forma de un estadio nuevo, instalaciones adecuadas y con la ilusión de jugar pronto en la élite. Pero el primer paso para el equipo de la Costa del Sol es este Jueves Santo. Con casi la permanencia ya asegurada, el objetivo ahora es conseguir una plaza para la próxima edición de la Copa del Rey y optar por ser de aquellos afortunados que disputan partidos con equipos que juegan competiciones europeas. Y el Real Jaén es un enemigo a batir en esa lucha.
Los pupilos de Loren Morón destacan por su capacidad para controlar los tempos del partido y por su solidaridad defensiva ya sea con un esquema de 5 o un esquema de 5 como se pudo ver ante el UCAM. En la parte ofensiva el juego suele ser por unas bandas donde los laterales Sergio Rodríguez y Gabi Ramos se confunden muchas veces con los extremos Herrera y Durán debido a su potencial por los carriles. Arriba en punto Narváez se encarga de hacer de falso 9 hasta que se pueda recuperar Orbegozo, el prototipo de delantero clásico. Pese al buen ambiente que se respira en Marbella, el equipo se muestra muy irregular en estas últimas jornadas: tras 4 partidos sin ganar, conseguía encadenar por primera vez esta temporada 2 victorias seguidas para de nuevo caer en la última. A eso se le suman las continuas lesiones como Añón, de los más queridos por la afición y que se puede perder lo que queda de año; u otro tipo de molestias como la gastroenteritis de Apoño, el fichaje mediático del mercado de invierno. Experiencia en Primera y en Europa que vuelve a su “casa”.
Mientras la ambición del dinero proveniente de Rusia quiere seguir sumando valores, el Marbella FC se hace un nombre en la categoría. Ahora quiere que le conozcan también en el resto de España. Sus directivos quieren compararse con el ejemplo del Eibar: la muestra de cómo un equipo desde lo más humilde puede llegar a lo más alto. Pero siempre de una manera austera, porque si algo no aguantan ya en esa ciudad malagueña es el despilfarro sin sentido que solo beneficia a unos pocos sátrapas. En este caso, el fútbol es de los que ocuparán sus gradas para ver la primera “final” del equipo este año. Estas finales sí que son placenteras y no las que recuerdan por no bajar o desaparecer.