Alejandro Copete // @Ale_Copete
Parafraseando a uno de los personajes más conocidos que nos dio el fútbol de los 90 en España, nadie daba un duro por el Decano este verano. Se salvó en el terreno de juego a base de coraje, pero sus problemas económicos y federativos hacían presagiar lo peor: que más de 100 años de Historia se iban al garete por culpa de gestores nefastos. Un verano lleno de dudas, de incertidumbre, de exilio de jugadores, de miedo, de pánico….pero al final de alegría.
La intervención del Ayuntamiento y de plataformas de socios y aficionados en las negociaciones con la Federación consiguieron lo imposible: que por lo menos un año más, el Recreativo de Huelva sigue existiendo. Los onubenses conocieron que su sanción federativa que les prohibía dar de alta a nuevos futbolistas se levantaba el pasado 18 de agosto. Desde entonces, jugadores que estaban a prueba en el equipo se han ido sumando a cuentagotas a la plantilla blanquiazul, formando por el momento una plantilla de 13 jugadores con ficha donde hay mucha presencia canterana. Sin embargo, el frente de guerra sigue abierto en los despachos del Decano con la figura de Comas y sus prácticas megalomaniácas como la imposición casi a última hora de Alejandro Ceballos como míster y la negación de hacerle ficha al veterano Cifu.
Un plantel que todavía se encuentra en construcción, ya que aún tienen que dar de alta a jugadores como el mediocentro malagueño Rafa de Vicente, el lateral zurdo Javi Cantero y el último de momento en llegar, el lateral derecho Sedeño, que la pasada campaña jugó cedido por el Sevilla Atlético en el San Roque de Lepe. La primera jornada fue una derrota contra el Marbella que debido a las condiciones en las que llegaban los onubenses, puede decirse que se trataba de una derrota menor. Para el partido ante el Real Jaén podrán contar con Zambrano y Antonio Domínguez que vuelven tras su lesión, dos hombres llamados a ser los referentes del ataque del Recre junto a un Antonio Nuñez que parece no rendirse nunca a la edad, al igual que el mediocampista Jesús Vázquez. A la espera de más refuerzos en la zaga, Bonaque es el fichaje más destacado en esa parcela, incluso ya lleva anotado un gol.
El Nuevo Colombino es una guerra abierta de todos, jugadores incluidos, contra Comas y su gestión. Una guerra que no tiene pinta de acabar pronto y que el hecho de que el balón ruede no va a significar ninguna tregua. No puede haber treguas cuando se están jugando cerca de 130 años de Historia, cuando el nombre del Decano puede perderse en el tiempo. Y todo eso sucede mientras los problemas económicos y deportivos no dejan de molestar. Viendo el panorama, es un milagro que se dispute este partido. Un milagro que nos hace felices a los aficionados al fútbol más humilde.