Alejandro Copete // @Ale_Copete
El Francisco de la Hera albergó tardes gloriosas. Tardes y noches de auténtico fútbol de Primera División que de momento no volverán. Porque el mítico Extremadura CF tuvo que someterse a una refundación y empezar de cero. Ahora están afrontando su segunda aventura en la Segunda B (la primera fue en el Grupo I) con una trayectoria similar: en la parte baja de la tabla, a 6 puntos de una salvación que no consiguieron en la anterior ocasión. El objetivo es asentarse y dejar de ser uno de los gallitos de la Tercera División en Extremadura.
Tras confiar en el proyecto de Diego Merino, entrenador de 27 años (edad en la que aún podría enfundarse la camiseta y salir al terreno de juego, una edad que simuladores de fútbol como el Football Manager no dejan ponerte aunque la tengas) que venía de hacer un buen papel con los juveniles del Rayo, la presión por los puntos y la mala posición liguera provocaron su despido. Y el cambio fue debutante por debutante: el exfutbolista Juan Velasco. Desde que lleva las riendas del conjunto azulgrana ha sumado 5 derrotas, un empate y dos victorias, ambas fuera de casa. No son los mejores números, pero al conjunto se le ven mejores sensaciones y sobre todo más llegada al área rival y una capacidad para crear y anotar ocasiones que ha tardado en arrancar desde la primera jornada.
La conjura actual de todos los estamentos del Extremadura es la de disputar cada partido como si fuese el último, sin importar a quien se tenga delante. Pero es complicado cuando eres el tercer equipo más goleado del grupo y muchos jugadores no han mostrado su mejor versión, como uno de los fichajes más sonados: el lateral Sergio Rodríguez. Destacaron dos nuevas llegadas para crear un centro del campo poderoso: Fall y Pierre, un clásico del Grupo IV tras su paso por el Cádiz y UCAM y un joven valor de la cantera del Atlético de Madrid respectivamente. El delantero de referencia, Willy, afronta con optimismo estos días tras romper en la derrota ante el Marbella su racha de 2 meses sin mandar un balón al fondo de la red. La baja voluntaria de Curro, que era el buque insignia de los azulgranas, debe pesar anímicamente dentro del vestuario. El chico de moda es Diego Díaz, talento y desborde por banda que con 21 años quiere demostrar que sirve para esto.
Será baja ante el Real Jaén Ismael Barragán, uno de los mejores jugadores tácticos que pasó de la medular a la línea defensiva. Pero vuelven Pereira y Agudo tras sus lesiones y motivos personales respectivamente. El Francisco de la Hera quiere volver a ver ganar a su equipo en su feudo, un lugar que ha vivido momentos gloriosos y momentos de penuria. Han estado en el cielo, en el infierno y en el purgatorio, con deudas a jugadores y los rumores de la llegada de un grupo inversor para el Extremadura U.D. No saben si podrán volver a ver a sus queridos jugadores en un álbum de aquellos cromos antiguos.