Alejandro Copete // @Ale_Copete
No tuvo mucha piedad el calendario con el equipo granadino, uno de los clásicos del fútbol de dicha provincia con más licencias federativas de toda Granada, con una estructura de cuarenta equipos y más de seiscientos jugadores. Si en la primera jornada se enfrentaron al Antequera con derrota en Maracena por 1-3 (el primer gol de los malagueños en el minuto 5), ahora toca otro de los gallitos, el Real Jaén, que querrá buscar la redención ante los suyos tras la primera derrota y sumar los primeros puntos tan necesarios para ambos equipos.
A todo eso se le suma un verano muy movidito en lo institucional, con unas elecciones que fueron impugnadas y tuvieron que repetirse. La U.D. Maracena afronta su racha de octava temporada consecutiva en Tercera División con el objetivo de mejorar registros y volver a quedar entre los 10 primeros, algo que no ocurre desde la temporada 2014/2015. La temporada pasada tuvieron que ir de menos a más en la segunda vuelta para certificar la permanencia y no sufrir demasiado a última hora.
A la hora de conformar la plantilla, se ha buscado mantener un bloque y paliar bajas importantes como Amate o Antonio López (máximo goleador del año pasado) con la cantera y mucha juventud que tiene un punto negativo: apenas conocen la categoría salvo excepciones como el central Rubén Martínez. Defensa que contra el equipo lagarto será baja por sanción, así que deberán ser jugadores como Gallo los que den el paso adelante. Hay que tener cuidado con la velocidad de Isra desde la banda izquierda. También el caos en los despachos provocó parones en la planificación deportiva.
José Antonio Díaz “Cheíto”, entrenador que también debuta en el puesto granadino y en la categoría sustituyendo a Joseba Aguado, tampoco podrá contar con Nico por lesión. Tiene por delante una dura labor de hacer funcionar a un equipo que debe moldearse a la situación y ser competitivo. También en lo deportivo, los de Maracena arrastran una racha negativa: no consiguen ganar fuera de su feudo desde el pasado 5 de febrero, en un partido contra el Alhaurino (equipo que acabaría perdiendo la categoría).