José Fernández
Se le resiste el segundo triunfo de la temporada al Torredonjimeno, aunque el equipo tosiriano continúa acumulando méritos para ello. En su partido frente al Motril, los futbolistas que comanda Manolo Chumilla han vuelto a mostrar sus mejores virtudes, aunque también algunas carencias que les han alejado de esa ansiada victoria. Se adelantaron los rojiblancos con gol de Javi Quesada antes del final del primer tiempo. En la reanudación, el Motril daba dos zarpazos en sus dos únicas llegadas de peligro en el segundo tiempo. Un duro golpe que no redujo la intensidad de los tosirianos, que al filo del tiempo reglamentario, conseguían el empate definitivo con el tanto de Miguelín.
En el arranque del partido, el CF Motril avisaba del peligro de sus delanteros. Acumularon los motrileños dos acercamientos de peligro en jugadas a balón parado. La primera de ellas la salvaba Juanma Olivares para impedir el gol tras un cabezazo a saque de esquina. Minutos después era el larguero quien se encargaba de despejar el cabezazo de uno de los centrales del Motril aunque el susto no terminó hasta que Juan remataba fuera tras el rechace del travesaño.
La primera opción de peligro de los locales la puso, como casi siempre, Juan Carlos. El habilidoso futbolista rojiblanco probó fortuna con un lanzamiento de media distancia que puso el uy en la grada. Poco después era Adri quien seguía los pasos de su compañero con un nuevo lanzamiento lejano que salía por línea de fondo. Quien si acertaba, con algo de ayuda de un rival, era Javi Quesada. Su disparo desde la frontal tropezaba en la pierna de un defensor dibujando una parábola que puso el esférico lejos del alcance del cancerbero motrileño.
En la segunda mitad, el Torredonjimeno no calculó acertadamente que debía mantener el nivel de intensidad y juego del primer acto. Solo se disputaban tres minutos cuando Juan recibía un buen balón en profundidad y encaraba a Olivares, batiéndolo con un disparo cruzado. La igualada despertó a los tosirianos, que volvieron a tomar el pulso del partido y disfrutaron de opciones para volver a ponerse por delante en el marcador. La mejor de ellas la tuvo en sus botas Javi Quesada, uno de los mejores del partido junto a un incombustible José Lara.
La presión sobre la salida de balón del rival surtía efecto y Javi Quesada se encontraba con un balón franco en el interior del área con la única oposición del guardameta visitante. Buscó ajustar demasiado su disparo el futbolista rojiblanco y el balón se marchaba por encima del larguero para lamento de la grada del Matías Prats. Si perdonas terminas pagándolo y así fue. El Motril asestó el segundo golpe con el gol de Chendo a la salida de un córner. El balón se paseó por el área tosiriana sin que nadie lo despejase y allí apareció Chendo para enviar el balón al fondo de la portería de Juanma Olivares.
El Torredonjimeno veía como se le escapaba el partido a pesar de estar tuteando a uno de los candidatos a los puestos de playoff. David Rus pudo volver a establecer la igualada pero su disparo no encontraba portería y el balón se perdía demasiado cruzado. Chumilla movía el banquillo, recurría a la defensa de tres y la acumulación de hombres por los costados. La maniobra tuvo efecto en su equipo con el tanto del empate en el minuto 89. Adri filtraba un pase milimétrico para el desmarque de Miguelín, que tras controlar el balón y adentrarse en el área, superaba al portero motrileño con un potente disparo con la derecha.
Reparto de puntos, quizás algo injusto para los tosirianos, que a los puntos merecieron algo más que un punto. El equipo de Manolo Chumilla continúa creciendo con el paso de las jornadas pero también debe continuar mejorando sus prestaciones defensivas para evitar que se le escapen más puntos, como ocurrió en Guadix o en el día de hoy.