Martín Lozano // @MartinLozano10
Con el magnífico año 2016 todavía en el recuerdo, el histórico ascenso a la 2ªB y la gran primera vuelta de campeonato realizada por el conjunto manchego en la categoría de bronce del fútbol español, llegaba el año 2017 a La Juventud para disputarse la vigésima jornada de la temporada. Una victoria por 1-0 ante el filial del Granada CF situaba al equipo en la mitad de la tabla con 27 puntos, un gran comienzo de año que poco a poco se fue enturbiando hasta que al final de la temporada, tras una mala segunda vuelta se consumó el descenso a la Tercera División nuevamente.
En medio de todo esto, los malos resultados, la mala fortuna y las lesiones empezaron a ceñirse sobre el conjunto manchego, y a partir del mes de Febrero el equipo comenzó en caída libre hacia los puestos peligrosos de la clasificación. Como consecuencia, llegó la destitución de Juan Arsenal y la llegada al banquillo de Rodolfo Bodipo que nada pudo hacer para evitar el descenso de categoría. Fue el 30 de Abril en Mérida, el Estadio Romano fue testigo de la vuelta del conjunto verde al grupo IX de la tercera división. Una temporada que sirvió para hacer disfrutar al respetable que jornada tras jornada se desplazaba desde diferentes localidades de la comarca de Sierra Mágina a ver a los mejores conjuntos y jugadores de la 2ªB, en un coqueto estadio y frente a un humilde club que consiguió una proeza de mucho mérito para toda la provincia y afición a este deporte.
Para afrontar la vuelta a la tercera división, se trabajó mucho en la época estival para confeccionar un equipo de garantía que volviera a disputar épicas eliminatorias de play-off con una Juventud abarrotada. Para ello se diseñó una plantilla completamente nueva y con aires renovados. Así llegó su entrenador Manuel Moreno ‘Rizos’, linarense pero afincado en Granada, y con él una serie de fichajes, todos ellos de equipos contrastados en la categoría, entre los que hay que destacar la vuelta a casa de dos baluartes tanto para este pueblo, como en etapa reciente en el Real Jaén, ellos fueron Óscar Quesada y Nando. Con ellos dos al frente del equipo como columna vertebral, se esperaba de forma ansiosa el comienzo de la temporada llena de ilusión nuevamente, como todas las que comienzan en Mancha Real.
Las jornadas se han ido sucediendo poco a poco, la regularidad tanto en juego como en resultados no han acompañado al equipo, aunque el compromiso de la plantilla y su entrenador se mantiene intacto desde el primer día de pretemporada. Por tanto, otra temporada difícil que están viviendo en la localidad manchega, y actualmente a final del año 2017, el equipo está situado en la decimocuarta posición de la tabla clasificatoria con 27 puntos, curiosamente los mismos puntos con los que empezó el año 2017 en 2ªB. Esta casuística nos puede dar una idea del complicado año que el Atlético Mancha Real ha vivido en lo deportivo, y esperamos que el próximo año 2018 le depare un mejor destino y desde aquí le mandamos nuestros mejores deseos.