
Álvaro Aguado, durante el encuentro frente al Rayo Vallecano. Foto: LaLiga 1|2|3.
Emilio Antolín // @EmilioAntolin
Todo por decidir, el ascenso y el descenso, la gloria y el fracaso. Los jugadores jiennenses de la categoría de Plata han cerrado una nueva jornada con luces y sombras, dejando para las tres últimas citas de la temporada un final de infarto.
En este sentido, en la zona alta de la tabla el Numancia cayó ante el Lorca por 2-1 en un encuentro en el que Manu del Moral fue el mejor de los suyos. El ‘7’, tras dejar de una vez por todas atrás su lesión, recuperó la titularidad y respondió a la confianza de su técnico con un partido soberbio en el que anotó de cabeza la única diana de los suyos, aunque su gol no valió tres puntos y el Numancia se complica, situándose quinto en la tabla a la espera de lo que haga el Cádiz.
Un puesto por detrás, sexto, se sitúa el Valladolid, que venció por 3-2 al Albacete con Javi Moyano fuera de sitio, aunque cumpliendo como siempre. El defensor jiennense dejó el lateral para ocupar el centro de la zaga y le tocó bailar con la más fea, con un Zozulya que le complicó la vida, y mucho, pero acabó cerrando con solvencia la retaguardia de su equipo para sumar tres trabajados puntos que les colocan en los ‘play off’ de ascenso.
Menos fortuna tuvo el Oviedo de Anquela, que cayó ante el Osasuna por 2-1 y dejó la zona de ascenso, situándose noveno. Como viene siendo habitual, Carlos Hernández ocupó el centro de la zaga asturiana en un duelo en el que su equipo cedió terreno a los navarros y acabó pagándolo caro ‘in extremis’ en una jugada en la que el jiennense fue protagonista. No en vano, él era el encargado de marcar a un David Rodríguez que se le anticipó en la frontal para conectar un disparo que acabó en el fondo de la red y certificó en el 83 la victoria del Osasuna.
Por su parte, un Reus sin Cámara ni Miguel García selló la permanencia al empatar a uno con el Tenerife, mientras el Nástic de Javi Jiménez se complicó la vida al caer ante el Sevilla Atlético por 1-0. En un partido en el que el zurdo jugó los 90 minutos, los ‘cachorros’ del Sevilla se convirtieron en un quebradero de cabeza para Jiménez, que a duras penas logró cubrir su carril, viéndose desbordado en demasiadas ocasiones. La derrota fue, por tanto, justa, y dejó al Nástic a solo un punto del descenso.
Precisamente ese punto es el que marca la distancia con un Córdoba que obró el milagro ante el Rayo Vallecano, logrando vencer por 1-2 gracias a una remontada que le permite seguir soñando con la salvación. En un envite con sabor a final, Aguado contó con la confianza de su técnico y lo cierto es que el joven centrocampista cumplió. El jiennense sigue creciendo y una vez más demostró su calidad en la media, dirigiendo con acierto el ataque de su equipo e incluso rozando el gol en una espléndida ocasión en la primera mitad que el meta del Rayo acertó a desviar a córner. De 10.