Emilio Antolín // @EmilioAntolin
Ha costado, pero por fin han llegado las alegrías a la División de Plata para los nuestros. No para todos, es cierto, pero varios de los jugadores jiennenses de la categoría han sido claves para la victoria de los suyos, tan necesaria como oportuna para evitar que aparezcan los primeros fantasmas en la quinta jornada.
En este sentido, Manu del Moral demostró que los viejos rockeros nunca mueren, se puso el mono de trabajo y luchó junto al Nástic para lograr el primer triunfo de la temporada. Ante Osasuna (1-0), en un encuentro dominado de principio a fin por los catalanes, Manu del Moral contó con las mejores ocasiones de los suyos, acertando con el gol del triunfo en el 78 tras superar con un disparo cruzado al meta rival.
Fundamental también en la primera victoria del Almería fue Corpas, que regaló a los suyos un triunfo ‘in extremis’ ante el Zaragoza. Tras un envite igualado que todo apuntaba que acabaría en empate a uno, Corpas cambió el destino rojiblanco con un golazo en el 88. Tras una gran jugada colectiva, el extremo jiennense se adentró con decisión en el área y, con la calidad que se le conoce, clavó el balón en la escuadra para poner el definitivo 2-1 y dar los primeros tres puntos al Almería.
Balsámico triunfo, de otro lado, el que logró el Oviedo de Anquela ante el Lugo por 0-2 en un duelo en el que no estuvo Carlos Hernández, quien, lesionado, puede estar fuera varios partidos. Sí que estuvo en el empate del Elche Iván Sánchez y, de hecho, volvió a ser de lo mejor de un conjunto ilicitano que mereció mejor suerte, pero que se tuvo que conformar con el 1-1 final. El jiennense sigue siendo un fijo en el 11 por méritos propios y estuvo muy cerca de decantar el partido del local en el último suspiro, pero su libre directo desde la frontal se fue rozando el palo.
Por último, la nota negativa de la semana la dejó el Córdoba de Aguado, que sigue sin levantar cabeza y perdió con claridad ante el Málaga (3-0). No obstante, no fue tan inferior como podría parecer por el marcador el conjunto califal, que salió valiente a La Rosaleda pero se encontró con un equipo en estado de gracia que ha sumado cinco victorias en otros tantos partidos. Aguado llevó la manija y demostró la clase que atesora en la medular, pero la estrategia sonrió a los malagueños y acabaron llevándose un partido sin demasiada historia.