Alejandro Copete // @Ale_Copete
El inicio de campaña del Juventud Torremolinos invitó a muchos al optimismo, pero la realidad es que tras una temporada muy irregular hasta el momento, cuando llegamos a los momentos clave del año futbolístico, los malagueños se encuentran en una situación muy comprometida. Actualmente ocupan la 17ª posición, solamente a tres puntos de la zona de descenso directo que ocupa el Martos. Y debido a los posibles descensos por arrastre, los verdiblancos serían uno de los afectados.
El equipo malagueño está cuajando un 2019 de espanto, donde solamente han conocido la victoria en cuatro ocasiones. Si en la primera vuelta destacaban por su capacidad para no encajar goles, esa estadística se ha disparado y llevan 12 jornadas consecutivas teniendo que sacar balones de las redes de su portería. En el aspecto ofensivo son el tercer equipo que menos goles anota; por ello sus datos no están siendo los más esperanzadores para afición y técnicos. A eso se le suma una inestabilidad en la plantilla que ha provocado muchas bajas a lo largo de la temporada, entre ellas las de jugadores que prometían ser piezas clave para el Juventud Torremolinos, como Miguel Ballesteros.
Para compensar, el trabajo de la secretaría técnica fue traer hasta seis caras nuevas para que Arrieta intente sacar sus potenciales máximos. Entre las llegadas destacan la del interior Lapeira, ex del C.D El Palo, que ya es un fijo en las alineaciones; la del jugador formado en la prolífica en los últimos años cantera malaguista Javi Mérida y un toque de veteranía para este Juventud Torremolinos con Henares, ariete de 34 años con mucha experiencia en Tercera División y que esta temporada afronta su tercera aventura en un equipo de fútbol diferente. Pero no podemos olvidar la característica que da nombre a este conjunto de la Costa del Sol, ya que son dos jugadores muy jóvenes los que están sacando adelante la faceta goleadora de los verdiblancos: Josemi, delantero que el año pasado pertenecía al Marbella Juvenil y que lleva siete goles; y la magia en el centro del campo con Francis, fichado en principio para el Juvenil del conjunto de Torremolinos desde la cantera del Oviedo pero que con ocho goles y 2228 disputados es un jugador a tener en cuenta.
Si antes hablábamos de los problemas defensivos, a eso se le suma la baja por sanción de Bru, el capitán general de la defensa malagueña. Un hándicap más para recibir al Real Jaén en el Pozuelo, hogar del Juventud Torremolinos, y que para cumplir el objetivo de la permanencia buscan convertir en un fortín. De momento, los dos últimos partidos disputados allí han sido victorias locales.
Ya solamente quedan cinco jornadas. Un buen método para recordarlo es mirarse la propia mano, como un infante cuando aprende a contar y a descubrir el mundo de los números. Para los jiennenses, son los números que faltan para ser campeones de grupo. Para los malagueños, son los números que faltan para evitar un doloroso descenso que puede venir tanto por abajo como por arriba.