La aportación de Antonio Pérez a la selección española sub-19 en el Europeo de Fútbol Sala está siendo determinante. Y hoy, una vez más, el joven canterano del Jaén FS ha vuelto a marcar diferencias anotando un gol en el pase de España a la final.
Una vez que echa a rodar la pelota, el arranque de todos los partidos de la Selección Española Sub-19 tienen el mismo guion. Es lo mismo empezar con posesión, que no. Si el que saca del centro es el rival, son escasos los segundos que tardan en perderla. Como es el caso de Polonia.
A partir de ahí, la adelantada presión asfixiante y la rápida circulación de balón convierten a los chicos de Albert Canillas en los verdaderos y únicos protagonistas del encuentro.
Sin embargo, por primera vez en el campeonato los españoles se ven obligados a dar lo mejor de sí ante un escenario inesperado. Sabedores de antemano de que el meta Krzysztof Iwanek se maneja tan bien con los pies como bajo palos, adelantan la primera línea hasta el área rival.
Polonia, en ocasiones, no tiene más remedio que tirar el balón directamente fuera. Hasta que, tras un tiempo muerto solicitado por el seleccionador polaco, Iwanek abandona la portería y se planta en medio campo.
Fruto de esa acción se ven premiados los que juegan de visitantes –no solo porque así lo diga UEFA, la hinchada española hace que en el Arena Riga solo se anime en castellano-. Tomasz Palonek lleva la locura a su banquillo gracias a un disparo lateral.
Ya antes, los españoles habían llegado con peligro en una decena de veces, con un palo de Adrián Rodríguez incluido. Pero se ven a remolque en el marcador. Una situación adversa que no afecta en nada al juego, ni tampoco a la actitud del combinado nacional.
Una vez más, tirando de estrategia, España saca rédito. Ricardo Mayor empuja a la red el cuero, gracias a un saque de esquina.
El empate no es más que el avance de la remontada. Mano dentro del área y Antonio Pérez sale del banquillo para hacer justicia. Raso, junto al palo y por debajo de las piernas del portero. Así es como España se adelanta.
El descanso le permite a la selección polaca coger aire y recuperar la estrategia que le ha traído hasta esta semifinal. Defensa agresiva y salida de balón con portero participativo en la creación.
Como los jugadores españoles ya han visto esta película varias veces en los últimos días, gracias al minucioso ‘scouting’ del cuerpo técnico, saben perfectamente cómo combatirlo y minimizarlo. Hay que apretar cuando toca, en el momento justo y así robar.
Povill y el propio Antonio Navarro avisan desde nuestro campo con la portería vacía. Povill incluso revienta un zapatazo en el palo. También lo hace David Peña. Otro más. No obstante, la pizarra -que tiene un papel determinante en esta historia de la Sub-19- vuelve cuando más se la necesita.
Nuevo córner favorable, nuevo pase fuera, nuevo gol de Jesús Gordillo. Con el 3-1 llega el acoso desde la media distancia. Los pupilos de Canillas arman la pierna a partir de los doce metros y acribillan a Iwanek. El desgaste y la entrega, que es mucha, van minando las fuerzas de los del centro de Europa. Si no llegan más goles es porque la fortuna se alía con ellos.
La Selección Española ya conoce a su rival en el partido decisivo. La anterior semifinal regala un desenlace de infarto. Croacia iguala hasta en dos ocasiones a una Portugal que no da crédito. La prórroga acaba en penaltis y con los croatas dando la sorpresa.
El próximo sábado a partir de las 20:00 -19:00 hora española-, la final del Europeo Sub-19 de Fútbol Sala. En directo, por el canal de Teledeporte.