La selección española de fútbol sala para sordos se ha proclamado recientemente Campeona del Mundo por primera vez en su historia. El equipo dirigido el seleccionador Andrés Céspedes y sus ayudantes Antonio Arellano y Josemi Luque se impuso por cinco goles a cuatro en la final del mundial celebrada en Suiza al equipo anfitrión.
Un título al que ha contribuido un joven jiennense llamado Nono Pozo, cuya aportación resultó clave para que el equipo nacional terminase levantando el trofeo en una final en la que el futbolista de Jaén anotaba uno de los goles de España.
El equipo masculino acabó como campeón del mundo venciendo a Suiza por 5-4 y el partido tuvo una dosis de emoción entre los dos equipos que dejó entusiasmado al público abarrotado en el pabellón deportivo de Eulachhallen de Winterthur (Suiza). Los suizos aprendieron muy bien la lección en su derrota frente a los españoles del pasado 11 de noviembre por 9-2 y ha demostrado su gran nivel de juego en todo el partido que ha puesto en aprietos a la selección española.
En los inicios del partido fue una lucha constante entre los dos equipos para conocer el primer gol que finalmente fue obtenido por el suizo Ajetaj (9´). Justamente después España ha conseguido dar la vuelta al marcador en los dos siguientes minutos (10´ y 11´) por Paquito y David Susiac (2-1). Aun así, el colectivo suizo no rindió y siguió luchando para marcar un gol mas poco antes del descanso (8´: T. Tugan) (2-2).
En el descanso, los técnicos del equipo español tuvieron que poner su esfuerzo para colocar a los jugadores en su juego habitual de los partidos anteriores y funcionó con 3 goles de forma consecutiva en los minutos 22 (Antonio Pozo), 28 (Roberto Garrido) y 34 (Luismi).
Los suizos volvieron a usar otras estrategias en su táctica en el campo obteniendo dos goles en los minutos finales (36´ y 39´) poniendo el resultado de 5-4 a favor de España y acabando como campeones del Mundo por primera vez en la historia de la FEDS en el deporte de futbol sala.
Antonio Arellano, asistente del seleccionador nacional, explicó su alegría por el «Oro en una final de gran emoción y poca calidad, típica de una final en la que lo que importa es el triunfo. Nuestro equipo no estuvo en ningún momento a su nivel, pero la calidad, el corazón y la preparación consiguieron contrarrestar esos errores. Por primera vez empezamos por debajo en el marcador, pero con trabajo remontamos al 2-1 pero de nuevo Suiza en un error nuestro consiguió empatar. En la segunda parte comenzamos más metidos en el partido y conseguimos distanciarnos en el marcador a un 5-2 que parecía definitivo, pero un mundial se gana con sacrificio, Suiza gracias a nuestros errores consiguió acercarse a un peligroso 5-4 pero ya ese resultado sería definitivo”, finalizó.