Diego M. Díaz Salado | @dmdiazsalado
La tercera etapa de la Vuelta a Andalucía tiene a Jaén como escenario en un recorrido rompepiernas por doce de sus municipios, con final frente al Salvador de Úbeda, corazón de su catalogación como Patrimonio de la Humanidad. El danés Fulsang llega como líder y Landa como aspirante.
El mejor ciclismo mundial llega a Jaén. Un año más, el mar de olivos se abrirá como ‘estadio’ ciclista de altísimo nivel, en este caso con la Vuelta a Andalucía, prueba ciclista de categoría ProSeries (solo un escalón por debajo del máximo nivel WorlTour) que celebrará en la provincia su tercera etapa, considerada como la reina de esta 66º edición de la Ruta del Sol.
Jakob Fulsang y Mikel Landa, con permiso de Pello Bilbao, Ion Izagirre, Dylan Teuns, Marc Soler, Enric Mas o Jack Haig se disputarán dar un paso casi decisivo en la general a lo largo de los 176 kilómetros largos de la escaramuza jienense cuyo recorrido rompepiernas obliga a dar el do de pecho para alzar los brazos frente a la majestuosidad del Salvador, en la patrimonial Úbeda. La salida será desde Jaén capital.
Serán cinco los puertos de montaña a librar, entre los que destacan dos de primera categoría: Solera y Mágina. Junto a ellos, subidas en Cambil, de tercera y la Mata y Baeza, ambos catalogados como de segunda categoría.
Y hasta doce municipios que disfrutarán del paso de la serpiente multicolor por su término municipal: la ya referida salida en Jaén y meta en Úbeda, además de La Guardia de Jaén, Pegalajar, Cambil, Huelma, Cabra del Santo Cristo, Bedmar, Jimena, Albanchez de Mágina, Torres y Baeza.
Analizando con detalle el perfil, hay tres puntos destacados que pueden marcar el devenir de la jornada: Solera, Mágina y la subida a Baeza. Solera es el primero de ellos, un puerto de primera ubicado en el kilómetro 53, con siete kilómetros de ascenso a una media del 6,6% de desnivel, con carretera estrecha y asfalto rugoso.
Sus porcentajes no asustan, pero sí servirán para una primera criba en el gran grupo, que por entonces marchará a la caza de la escapada formada, como es habitual, en los kilómetros iniciales. Este es, además, un buen emplazamiento para disfrutar del mejor ciclismo.
En la pedanía de Solera, perteneciente a Huelma, finaliza la subida, y habría que llegar al menos una hora antes del paso de la carrera que está previsto para las 13:30, aproximadamente.
Poco después, entre las 14 y las 14:15, se estima el paso por el puerto de Mágina, el segundo punto clave a destacar, sin olvidar la zona de avituallamiento, ubicada entre ambos puntos en el kilómetro 87, cerca de Bédmar y tras abandonar Cabra del Santo Cristo.
Volviendo al análisis del segundo puerto de primera, en pleno corazón de la Sierra Mágina, estamos ante una dificultad más exigente, de 16 kilómetros al 4,5%. Un puerto tendido, no demasiado inclinado, pero con longitud y dureza suficientes para hacer una selección más exacta de esta tercera etapa.
Después de la dureza del recorrido, la subida a Baeza, de segunda categoría, puede ser el punto decisivo de cara a la victoria de etapa. A 15 kilómetros de meta, y al que sigue un descenso rápido y el callejeo por Úbeda, un ataque potente en esta subida de casi nueve kilómetros al 5,8% puede dar ventaja para jugarse el triunfo parcial, o incluso, sumar segundos para la general.
La llegada a Úbeda está prevista entre las 16:15 y las 16:40, según los horarios que la organización estima.
Fuglsang (Astana) llega como líder tras ganar la primera etapa, con final en Grazalema, a seis segundos de Mikel Landa, y a 23 del belga Dylan Teuns, ambos de Bahrain-McLaren.
El madrileño Gonzalo Serrano, de Caja Rural, sorprendió con su victoria en la segunda etapa, este jueves, en el municipio cordobés de Iznájar.
El gaditano Lobato fue segundo. Ambos lo tendrán complicado para repetir éxitos en Úbeda, donde la victoria se jugará, presumiblemente, entre los hombres fuertes de esta Ruta del Sol.