A principios de temporada, el jiennense Álvaro Aguado afrontaba el ilusionante reto de vivir su primera temporada en un equipo de la Primera División del fútbol español. Su fichaje por el Real Valladolid le permitía soñar con la posibilidad de disfrutar de la élite del balompié.
Tras una pretemporada en la que consiguió tener minutos para demostrar a Sergio González sus cualidades sobre el césped, finalmente Aguado decidió mantenerse en el cuadro pucelano pese a recibir ofertas para salir cedido a otros equipos en los que gozar de minutos.
Pasaban las jornadas y el centrocampista jiennense no se negaba a gozar de una oportunidad para debutar en la máxima categoría del fútbol español, pero el técnico pucelano no tenía en Aguado una opción para sus onces, ni tan siquiera para sus convocatorias.
Tuvo su momento el joven futbolista de Jaén cuando se abrió la participación del Valladolid en la Copa del Rey. Un momento de la temporada en el que Aguado sacó su carácter y buen fútbol para levantar la voz y reclamar una oportunidad en el torneo liguero.
Dos goles en la eliminatoria frente al Tolosa y su notable participación en el cruce ante el Marbella no fueron suficientes para que Sergio González le abriese la puerta. Tras comprobar que las oportunidades difícilmente iban a llegar, Aguado apostó por no pasar la temporada en blanco y aceptó salir cedido en el mercado invernal.
Su destino fue el CD Numancia. En el club soriano coincidiría con un viejo conocido para él como Luis Carrión, actual técnico del cuadro rojillo, y con el que compartió vivencias cuando Álvaro Aguado era jugador del Córdoba CF.
En su estancia en Soria, Aguado se ganó rápidamente la titularidad y ha ha acumulado 457 minutos de juego con la elástica rojilla repartidos en 8 partidos. El parón de la competición frenó en seco sus posibilidades de disfrutar de los minutos que no tenía en Valladolid.
La reanudación de la Segunda División tampoco ha dejado demasiadas opciones a un Álvaro Aguado que, llegado el 30 de junio, ha visto como su periodo de cesión en el CD Numancia llegaba a su fin sin que los sorianos reclamasen ampliar esa relación hasta final de temporada.
Un lunar más en un año que comenzó siendo una oportunidad ilusionante pero que con el paso de los meses ha tornado hacia un escenario repleto de contratiempos y dificultades. Mientras los demás jugadores se afanan para cerrar la temporada sobre el césped, Aguado despide la temporada antes de tiempo.
El final de su cesión en el Numancia antes de concluir el campeonato, le impide poder ser inscrito nuevamente en el Valladolid para la recta final de la competición. El próximo curso será una nueva oportunidad para que Aguado siga exhibiendo sus enormes cualidades con el balón y muestre cuál ha sido el aprendizaje de esta compleja campaña 2019-2020.
Un curso liguero que difícilmente olvidará el centrocampista jiennense, ya acostumbrado a situaciones complicadas como las que le tocó vivir cuando militaba en el Real Jaén o en el Córdoba CF.