
Díaz Gallego en la subida a Picón Blanco, final de la tercera etapa de la Vuelta a Burgos. Foto: @noa_arnonphoto
Diego M. Díaz Salado | @dmdiazsalado
El ciclista jienense afianza su buena primera temporada en Nippo Delko demostrando fiabilidad en el regreso competitivo
José Manuel Díaz Gallego sigue subiendo peldaños en su carrera deportiva. El joven ciclista jienense acaba de firmar en la Vuelta a Burgos la que puede considerarse como la mejor clasificación general en los tres años y medio que acumula en el profesionalismo: 18º posición en una prueba repleta de ciclistas de primer nivel, con un recorrido exigente, a la que se llegaba después de un confinamiento de cuatro meses y bajo un calor asfixiante.
Díaz Gallego ha sido, además, el mejor clasificado de su equipo, el Nippo Delko francés y el segundo mejor ciclista que no pertenece a un equipo de World Tour, detrás del también joven andaluz Cristian Rodríguez, de Caja Rural.
Esta 18º posición en una general, sin significar a priori un gran éxito, ni poderse comparar a las mieles del triunfo que Díaz logró justo antes de confinamiento en la exótica Vuelta a Ruanda, sí es sinónimo de que el aún joven ciclista jienense, de 25 años, está consiguiendo el ansiado concepto de consistencia, de mantener regularidad a lo largo de carreras por etapas, aumentar su resistencia y sobre todo, competir de tú a tú con rivales del máximo nivel, en este caso, con primeras figuras del ciclismo internacional.
Se trata, además, de un importante aval de cara a su nuevo equipo, que con el paso de los meses ve en Díaz Gallego a un ciclista solvente que puede dar lustre al patrocinio en generales de vueltas cortas, como esta Vuelta a Burgos en la que se ha librado un precioso duelo por la general entre la gran sensación del ciclismo mundial, Remco Evenepoel (Deceunick), de 20 años y Mikel Landa (Bahrein), ambos aspirantes a generales de vueltas de tres semanas.
Díaz Gallego ha cimentado su general en las dos etapas clave, la tercera y la quinta, los dos finales en alto de esta carrera de categoría 2.Pro: Picón Blanco y Lagunas de Neila. En toda la competición, de cinco etapas, nunca ha bajado del puesto 55º en un parcial, en este caso, en la segunda posta, con final al sprint y en la que llegó, relajado, en el grupo principal.
La siguiente parada en esta atípica temporada llega este domingo 2 de agosto, en el que Díaz volverá a correr en territorio nacional. Será en Getxo, en una de las pruebas clásicas del calendario nacional. Ahí tendrá pocas opciones de brillar al ser un trazado más idóneo para hombres rápidos, pero sí servirá para seguir sumando kilómetros de calidad hacia uno de los objetivos más ilusionantes de su hasta ahora corta carrera: el nacional de fondo en carretera del 23 de agosto, como ya sabemos, en la provincia de Jaén.
Pero antes de la prueba en casa le tocará correr el Tour de L’Ain, prueba francesa que se corre en el departamento del mismo nombre, junto a la frontera con Suiza con tres etapas de las que dos acaban en alto, la última de ellas en el Grand Colombiere, uno de los colosos alpinos tradicionales del trazado del Tour de Francia.
Una nueva oportunidad de dejarse ver y demostrar que es uno de los hombres más fuertes del Nippo Delko, y por qué no, de que en un futuro cercano tiene hueco en World Tour.