El ciclista jienense correrá por tercera ocasión en su carrera la ‘Grandissima’ a la que llega con confianza y un estado de forma óptima para intentar ser protagonista
Diego M. Díaz Salado // @dmdiazsalado
El extraño año ciclista sigue su curso y en él sigue navegando José Manuel Díaz Gallego. El joven profesional jienense afronta desde este domingo la Volta a Portugal, carrera por etapas del país vecino con nueve días de competición. Díaz formará parte de los siete integrantes con los que el Nippo Delko francés se presentará en la línea de salida de Fafe, al norte del país, que inaugurará la ‘Grandissima’ con una etapa prólogo de siete kilómetros.
El jienense llega después de una gira italiana de prácticamente un mes en la que ha demostrado un buen golpe de pedal, principalmente en su última carrera antes de la ronda lusa, el Giro dell’Appeninno, donde cosechó un meritorio top 20 consiguiendo llegar con el grupo de elegidos que se jugó la victoria, rodeado de ciclistas del World Tour. También destacó en la exigente Semana de Coppi y Bartali, donde corredores de primer nivel se jugaron el triunfo final y el jienense rozó entrar entre los 30 primeros.
Ahora llega a Portugal con buenas sensaciones y en un buen momento de forma, como reconoce a El Deporte de Jaén, aunque sin tener del todo definido cuál será su papel en la Grandissima. Según cuenta, será a partir de la tercera etapa, con un duro final en alto en Mondim de Basto cuando determine si pelea por hacer la general o busca fugas para intentar alguna victoria parcial.
Esta segunda etapa, tercer día de carrera porque el primero es considerado como prólogo, no será la única posta de dificultad de una carrera tradicionalmente exigente. La mayoría de etapas presentan perfiles rompepiernas y hay otro final en alto que aún tiene más visos de ser decisivo para la general: el de Covilha, el día 1 de octubre. Para finalizar, otra CRI, en este caso por Lisboa, el próximo lunes 5 de octubre.
Díaz estará acompañado por el gallego Delio Fernández, los italianos Minali y Finetto, el británico Carr, el etíope Hailemichael y el japonés Nakane como componentes del siete que presenta la escuadra francesa. El cambio de fechas que ha experimentando la carrera, alejada este año de una Vuelta a España con la que casi se podía solapar, ha provocado que a la habitual armada lusa de equipos continentales, habituales dominadores de la general, se sumen mejores alineaciones en los equipos Pro Team, como es el caso de Burgos BH, Caja Rural o Arkea Samsic, junto a Nippo Delko y los portugueses del W52, principales equipos de la competición.
Entre los favoritos, el ganador del año pasado, Joao Rodrigues (W52), que este año deberá batirse el cobre con otro Rodríguez, Cristian, el almeriense de Caja Rural que llega con vitola de aspirante al podio. Madrazo y Neves (Burgos), Sáez y Lazkano (Caja Rural), Delio Fernández (Nippo), Rob Britton (Rally), García de Mateos (Aviludo) parten como opositores a todo, frente a la legión de peleones ciclistas portugueses que se transforman cuando corren en suelo local, principalmente el también componente del W52 Amaro Antunes, amén de otros como Brandao (Efapel), Figueiredo (Atum) o Joao Benta (Radio Popular).
Para Díaz Gallego será la tercera participación en esta Volta a Portugal. Ya la corrió los dos años que vistió el maillot de Israel Cicling Academy, entonces como gregario, con generales discretas: 53º y 44º. Este año, en el que se está confirmando como un corredor más consistente y capaz de estar delante en los momentos clave de las carreras deberá dar un paso al frente y pelear por ser protagonista. Llega en buen momento y arropado en un equipo potente que aspira a todo.