No hay más margen de error. Después de dos jornadas en blanco, el Real Jaén tiene la necesidad de sacar tajada del estadio Anxo Carro, algo que no será tarea fácil teniendo en cuenta que del otro lado estará uno de los equipos más sólidos de la categoría como local.
Basándose en una sólida defensa y un juego de bloque en el nadie destaca por encima del resto, Quique Setién ha conseguido conformar un equipo aguerrido muy difícil de superar en su feudo, destacando en su juego la obsesión por el fútbol de toque, la posesión de balón y la vocación netamente ofensiva, cualidades que le han convertido en uno de los equipos que mejor fútbol hace de la categoría. A pesar de esto, en las primeras jornadas del campeonato parece tener la pólvora mojada, adoleciendo una falta de puntería que podría jugar en favor de los jiennenses.
Dibujado sobre el césped el habitual 1-4-2-3-1 que mantiene desde su etapa en Segunda división B, las transiciones cortas y rápidas y la posesión del balón son su seña de identidad pero, al mismo tiempo, su punto débil, ya que es una escuadra que sufre en demasía sin el esférico en los pies. Presionar la salida de la pelota en el centro del campo y evitar qeu Pita, motor del Lugo, tenga espacios para crear será clave para decantar la balanza del lado blanco.
A tener en cuenta: Obsesión por la posesión de balón y solidez defensiva.
Punto flaco: Falta de puntería en las primeras jornadas.