Alejandro Copete // @Ale_Copete
El equipo andaluz, almeriense para ser más concretos, pero “exiliado” en el fútbol de la Región de Murcia se paseó la pasada campaña en el Grupo XIII de la extinta Tercera División consiguiendo el ascenso con solamente dos derrotas en toda la temporada.
Subir a Segunda RFEF fue finalmente la recompensa tras tres PO de ascenso infructuosos. Ahora el objetivo de los de Sebas, entrenador que cumple su tercera campaña en el banquillo almeriense, es la permanencia.
En estas primeras jornadas los rojinegros han mostrado una irregularidad que los ha llevado al 12º puesto de la tabla con 11 puntos, cerca de la zona de peligro. Enfrascados en una racha de cuatro partidos sin ganar, tiene el Atlético Pulpileño dos caras.
Mientras que fuera son un equipo correoso, en casa, en el San Miguel; muestran una excesiva debilidad ya que solamente han conseguido sacar una victoria frente a su afición en la segunda jornada de esta liga.
Otro problema es su fragilidad defensiva, siendo con 14 tantos en contra el segundo equipo más goleado de la tabla. En las últimas cuatro jornadas, además de no conocer la victoria, suman ocho goles encajados.
Para afrontar esta temporada en una categoría superior, los almerienses han mantenido a sus jugadores más importantes de la pasada temporada: el portero Pizana (actualmente lesionado), el defensa Rubén Primo, los centrocampistas Matías No y Juanra; y los arietes Cristo (8 goles el año pasado, este 4) y Diego López.
Este último puede volver al once tras cumplir sanción. Y se han completado con jugadores con cierta experiencia en Segunda B, siendo el fichaje más destacado el de Cristo Martín, interior izquierdo de 34 años y dilatada experiencia en el bronce y en la plata con el Tenerife. y con pasado en el Linares Deportivo.
Otros fichajes interesantes han sido los de Peli, procedente del Sanluqueño, el central ex del Yeclano Fran Martínez y el lateral izquierdo Nacho Ruiz, que viene desde el Portugalete.
Otra llegada curiosa fue la del delantero Pablo Aguilera, que viendo su trayectoria lleva cambiando de equipo cada año (llegando a estar en el Linares), siendo el último el Hospitalet.
El conjunto entrenado por Sebas quiere matar dos pájaros de un tiro: romper la mala racha en la que están inmersos para alejarse de la zona de descenso y volver a dar una alegría a la afición del Atlético Pulpileño en el San Miguel. Un duelo “regional” espera a un Atlético Mancha Real que quiere continuar con la dinámica positiva.